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laura castro
Martes, 6 de agosto 2019, 21:18
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La negociación del convenio de Arcelor se saldó sin acuerdo la semana pasada con la subida salarial como principal punto de discordia. Los sindicatos convocaron asambleas para conocer la opinión de la plantilla y el resultado ha sido de lo más dispar. Mientras que los de CC OO rechazaron por amplia mayoría (98,29%) la última oferta presentada por la empresa, los de UGT y USO decidieron respaldarla.
Esto deja una situación de empate que se resolverá con el voto de la Corriente Sindical (CSI), que se niega a adelantar su posición antes de la reunión que se celebrará mañana en Bilbao entre los representantes de las federaciones a nivel estatal y la multinacional siderúrgica.
Todos los sindicatos consideran que la subida salarial que plantea Arcelor es insuficiente, pero algunos creen que se ve compensada con las mejoras que lograron arrancar en materia de contratación de eventuales y vacaciones, entre otras. Por el momento, el acuerdo marco continúa en el aire, una situación sin precedentes, explican fuentes sindicales, pues a pesar de que los desacuerdos han sido habituales entre las diferentes secciones al final el convenio siempre se acababa firmando.
El bloqueo viene de lejos. Son más de ocho meses de reuniones fallidas en las que ha sido imposible salvar el principal escollo: la subida salarial. La empresa, que ya ha puesto en marcha un recorte de 3,2 millones de toneladas en Europa e, incluso, anunció recientemente un ajuste adicional de un millón más, insiste en la necesidad de contener los costes. Los sindicatos, en cambio, consideran que la multinacional siderúrgica viene de unos años «excepcionales» en lo que a beneficios se refiere e insisten en que estos positivos resultados deben trasladarse a la plantilla. Además, creen que la situación del grupo no es tan mala como expone Arcelor.
De hecho, las plantas asturianas, afectadas por un recorte de 700.000 toneladas y por otros ajustes adicionales derivados de la prolongación de la parada del horno alto 'B' de Gijón que se iniciará en noviembre, han experimentado un repunte productivo en la última semana por los problemas que está teniendo Arcelor en su factoría italiana. No obstante, la empresa advierte de que es una situación «temporal» y recuerda que el mayor impacto de los recortes llegará en otoño.
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