El gigante chino ZTE arrancará su actividad en julio con «planes agresivos de expansión»

La firma china instalará sus oficinas en la calle Periodista Paco Ignacio Taibo, en Viesques, y aunque prestará servicio a distintos operadoradores, llega a Asturias de la mano del grupo Euskaltel, propietario de Telecable. ZTE se encargará de gestionar las redes tras la unificación de la marca asturiana y R, que se ejecutó oficialmente el pasado martes. «La marca Telecable es un activo y un elemento principal de la estrategia del grupo», ha afirmado Norberto Ojinaga, director de Tecnología de Euskaltel, aunque dejará de funcionar como empresa independiente.

Por su parte, el director ejecutivo de ZTE, LiuXinCun, ha incidido en que «la apertura de esta nueva sede demuestra nuestra apuesta por el país, creando nuevos puestos de trabajo de calidad y contribuyendo al desarrollo social y económico de la ciudad».

Una parte de la plantilla de la marca asturiana, concretamente 24 trabajadores, pasarán ahora a formar parte de ZTE. «El grupo está apostando por un modelo de calidad y se han cuidado especialmente las condiciones de los trabajadores para que los que se incorporen a ZTE lo hagan con mejores condiciones laborales«, ha explicado Ojinaga.

La tensión entre los empleados y Zener se ha incrementado en las últimas horas con el despido de seis trabajadores. «Lo ha hecho injustamente, las formas son inadecuadas. Solo quieren mermar la lucha que emprendimos la semana pasada», ha señalado Alejandro Viciosa, presidente del comité de empresa. «Si Zener, Telecable o Euskaltel creen que lo van a conseguir están equivocados. Vamos a defender nuestros puestos de trabajo hasta el último momento», ha añadido.

Vicioso hizo estas declaraciones momentos antes de la presentación del nuevo centro de ZTE. Lo hizo acompañado de varios trabajadores de Zener, subcontrata de Telecable, a la que lleva más de veinte años prestando servicios técnicos. El contrato con la marca de telefonía asturiana finalizará el 31 de diciembre y la compañía sabe que no podrá optar a renovarlo. Por eso, la plantilla pide que la nueva adjudicataria subrogue a los 90 trabajadores que la compone.