Gondán y Armón concurren al PERTE naval en la alianza de Pymar y Navantia

Pymar y Navantia apuraron el plazo hasta el último día, ya que ayer finalizó el plazo fijado por el Ministerio de Industria para la presentación de proyectos para el PERTE naval, que prevé una inversión total de 1.460 millones de euros, con una contribución pública de 310 millones y otros 1.150 de la parte privada. Armón y Gondán han presentado tanto proyectos individuales como colectivos, en colaboración con otros astilleros españoles. Iniciativas alineadas con los objetivos del PERTE, orientado a impulsar acciones en áreas de diversificación hacia las energías renovables marinas y los buques de bajas emisiones, así como la digitalización y mejora de la sostenibilidad medioambiental. Además, apuesta por acometer un plan transversal de formación y reciclaje profesional «que vele por la capacitación de los empleados».

De hecho, se espera que en el ámbito laboral el PERTE contribuya a la creación de 3.100 puestos de trabajo de calidad, principalmente en regiones periféricas. Además, se prevé que contribuirá a la modernización del sector, incrementando su competitividad alrededor de un 15% y permitirá alcanzar una tasa de crecimiento anual del 9%. A raíz de la presentación de este paquete de proyectos, el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, el asturiano Francisco Blanco, valoró la «gran labor de coordinación» realizada por Navantia y Pymar y el «esfuerzo» de todo un sector, que ha demostrado que es «capaz de trabajar unido para seguir impulsando su modernización y garantizar su competitividad durante los próximos años». El proyecto tractor de Navantia y Pymar, en palabras de sus promotores, «promueve la interconexión tecnológica intersectorial en toda la cadena de valor del sector naval».

Con actuaciones que incluyen la investigación industrial y el desarrollo experimental de prototipos de equipos y componentes, «será clave para la creación del ecosistema que permita el desarrollo de una industria naval innovadora, con fuerte tracción sobre otros sectores económicos y la generación de nuevas actividades». Para el sector, el PERTE naval supone una «oportunidad única» para acometer una profunda transformación de su cadena de valor. Será imprescindible la colaboración público-privada para sacar el máximo provecho a estos fondos, con el objetivo de que la industria naval española puede mantenerse como un referente y operar en los mercados globales, sobre todo dada la competencia desleal de algunos países asiáticos, aunque también es vital jugar con las mismas bazas que los astilleros europeos.

En esta línea, acometer la descarbonización del sector es inevitable, ya que la reducción de emisiones de CO2 y el uso de energías renovables son aspectos que pesan mucho en las decisiones de los clientes. Los astilleros asturianos están en una posición privilegiada en España. Así lo demuestra el hecho de que 25 de los 36 nuevos contratos firmados el pasado año se quedaron en el Principado, a una enorme distancia de los ocho rubricados por los gallegos y los tres correspondientes al País Vasco. A cierre del ejercicio, Gondán y Armón sumaban 29 buques en su cartera de pedidos, mientras que el naval vasco tenía 14 y el gallego, 13.