La patronal urge la creación del arancel ambiental tras las elecciones europeas

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), Belarmino Feito, insistió ayer en la importancia de que la Unión Europea apruebe un arancel medioambiental que evite la pérdida de competitividad del acero propio frente al importado de otros países que no cumplen las medidas para reducir las emisiones contaminantes y, por tanto, pueden producir más barato. «Entiendo que la aprobación del arancel es una cuestión de voluntad y trabajo y que, por supuesto, es posible hacerla», apuntó el líder de la patronal, quien recalcó la importancia de que el Parlamento Europeo que salga de las urnas el próximo domingo impulse esta medida, fundamental «para proteger a la industria europea, que significa proteger el corazón de la actividad económica de Asturias».

En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de «buscar un equilibrio» a la hora de abordar la transición energética. «Me parece muy bien que Europa lidere la descarbonización, pero debe hacerlo de una forma equilibrada y razonable», pero rechazó que deje «en una posición de desventaja competitiva a la industria» del viejo continente. Feito hizo estas declaraciones en el marco de un encuentro con el eurodiputado socialista Jonás Fernández, que aspira a renovar su cargo en las elecciones del 26 de mayo. Así, el presidente de Fade recalcó que «es un asunto muy trascendente para Asturias» el papel que desempeñen los partidos españoles, aunque Feito agradeció que el conjunto de las formaciones comparta su preocupación por la situación de la industria.

El presidente de Fade echó mano de un símil deportivo para explicar el panorama. «Si los partidos de fútbol duran 90 minutos, a lo mejor una hora se juega en Europa y, en realidad, no estamos teniendo conciencia de la trascendencia de todo lo que se decide a nivel europeo», apuntó. Por su parte, Fernández señaló que «la UE ha querido ser muy ambiciosa» en la lucha contra el cambio climático, un proceso debe volver a ser objeto de análisis, ya que puede llevar a una deslocalización de la actividad a países ajenos a la Unión Europea «donde emiten aún más».