Jorge Montes del Pino, presidente del comité organizador de la cumbre iberoamericana del hidrógeno verde
«El hidrógeno es parte de la solución, pero hay que hacer redes para transportarlo»«Las subvenciones, al inicio, a lo mejor pueden ayudar a la implantación, pero al final alguien tiene que pagar la fiesta»
Jorge Montes del Pino (Madrid, 1958) preside el comité organizador de OH2, la primera cumbre iberoamericana sobre el hidrógeno verde, que se celebrará en ... Oviedo en enero del próximo año. Un foro que reunirá a actores de primera línea vinculados a este vector energético llamado a facilitar la transición energética de la industria.
–La gran esperanza de la descarbonización era el hidrógeno verde. ¿Lo sigue siendo?
–No, pero matizo mi respuesta. El hidrógeno es un combustible más y además cada vez se está probando más que la hibridación es necesaria. Con la energía solar, de noche tenemos un problema. Lo mismo pasa con la eólica si no hay viento. La nuclear, que se considera verde, es una solución y, salvo en España, los SMR (reactores modulares pequeños) son una alternativa muy viable que se está poniendo en práctica en muchos países. Entonces, el hidrógeno es parte de la solución, pero no solo hay que generarlo, sino que hay que conectarlo a la red, que es una de las partes a la que estamos dedicando atención en el congreso.
–¿Qué se necesita para acelerar ese despliegue?
–Hay un problema de entendimiento sobre qué es el hidrógeno, que es un combustible que se puede quemar en una turbina de gas o en un motor, aparte de los hidrolizadores y pilas de combustible. El problema es el almacenamiento y el transporte porque es la molécula más pequeña que existe, por lo cual se escapa por cualquier sitio. Así que hay que hacer redes para transportarlo. Las soluciones técnicas están, hay que aplicarlas. Pero muchas veces se banalizan las cosas, y hay que saber muy bien cuándo se puede utilizar y cómo.
–¿Ese desconocimiento de dónde viene?
–Viene de muchas partes. El hidrógeno es un combustible muy interesante, pero hay que tener un conocimiento importante sobre cómo utilizarlo y cuándo. Una de las cosas importantes, y en este tema después del evento que ocurrió en abril (el apagón del 28 de ese mes) todo el mundo está corriendo como pollo sin cabeza, es que a veces tenemos exceso de generación, por lo que es muy importante que las conexiones a la red se realicen de forma adecuada y fiable.
–¿Son insuficientes las ayudas al hidrógeno renovable lanzadas desde Europa?
–No podemos basar todo en las subvenciones porque son pan para hoy y hambre para mañana. No puedes producir a expensas de que te subvencionen y con eso ser competitivo. El hidrógeno verde tiene que ser competitivo en sí mismo. Las subvenciones, al inicio, a lo mejor pueden ayudar a la implantación, pero, al final, alguien tiene que pagar la fiesta. Hay que apoyar a la industria, a la producción, y el ayudar económicamente puede estar bien, pero tenemos que ser conscientes de que si no somos competitivos es difícil tener éxito.
–Grandes empresas han aparcado sus proyectos relacionados con este vector energético, ¿cuál es la alternativa hasta que se produzca el desarrollo masivo del hidrógeno renovable?
–Existen muchas soluciones, en esto no hay una varita mágica que diga esta es la respuesta. El hidrógeno y el hidrógeno verde pueden ser una solución, pero está el gas, la nuclear y otras tecnologías, además del almacenamiento por baterías o por las hidráulicas reversibles. Hay muchas opciones y son todas bastante válidas, porque es importante la viabilidad técnica. El hidrógeno tiene un problema y es que reacciona con el acero y lo fragiliza. La solución es que el acero que se utilice en las conducciones sea rico en cromo y molibdeno y ese producto ya está inventado. Se puede meter sobre un 20% de hidrógeno en un tubo de gas natural, pero para llegar al 100% se necesita uno especial. Esto implica un desarrollo paralelo de gasoductos.
–¿Asturias tiene condiciones para convertirse en un nodo de hidrógeno verde?
–Es estratégicamente un punto importante. El gas tiene que fluir hacia Europa y, en España, Asturias es un punto estratégico. Además, cuenta con dos puertos y tiene una tradición siderúrgica muy importante y para poder realizar esto se necesita industria. Este es un foro sobre el hidrógeno verde y la conexión a la red, pero también es un punto de encuentro a nivel iberoamericano y europeo, con lo cual las industrias tienen la oportunidad de encontrarse con representantes a nivel mundial de empresas para comercializar sus productos.
–¿Por qué se ha elegido Oviedo para celebrar la primera cumbre euroamericana sobre el hidrógeno verde?
–Es una ciudad singular. Primero, porque es una zona maravillosa y tiene una infraestructura muy buena para organizar este tipo de eventos. Además, la gente es muy acogedora. Por ahora, el congreso ha tenido muy buena acogida a todos los niveles, esperamos que sea un éxito. Queremos que los ponentes que participen sean de primer nivel y en ello estamos trabajando.
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