Las matriculaciones de turismos en Asturias caen un 5,3% en el último año

El mercado del automóvil no deja de dar señales de alerta. Las matriculaciones de turismos cayeron un 5,3% en el primer trimestre de este año en comparación con los datos registrados en el mismo periodo de 2018. Pasaron así de 4.565 unidades vendidas entre enero, febrero y marzo de 2018 a 4.324 en los mismos meses del presente ejercicio. Las cifras son negativas para un sector continuamente amenazado por el proceso de transición energética.

«Va a costar recuperar los volúmenes de ventas que había», vaticina Jesús Jardón, vicepresidente de la Asociación del Automóvil del Principado de Asturias (Aspa) y consejero delegado de Tartiere Auto. Asegura que «la incertidumbre del consumidor es tan grande que va a ser difícil dar marcha atrás». De hecho, agrega, lo más probable es que se mantenga esta tendencia a la baja en el sector.

Alberto Martínez Alonso, director comercial de Triocar, coincide con Jardón en señalar que los resultados están siendo «bastante flojos». A su juicio, han influido principalmente dos cosas: el polémico mensjae de Teresa Ribera con «el diésel tiene los días contados» y la inestabilidad política que vive el país actualmente con la convocatoria de elecciones generales. «Se ha ido frenando poco a poco el mercado. La caída de las ventas se retrasó en Asturias gracias al impacto positivo de la Feria Internacional de Muestras, pero a partir de septiembre y octubre las cifras empezaron a caer», explica. Asimismo, el cliente «tiene mucha incertidumbre con el panorama político», algo que espera que cambie con el resultado de las urnas el próximo 28 de abril.

Para hacer frente a esta caída de ventas, Aspa insta al Gobierno resultante de los comicios a apoyar los cambios de vehículos. «No se trata solo de animar a la compra de coches eléctricos, sino también de fomentar la de aquellos que contaminan menos. Hay que decirle a los consumidores que no pasa nada por comprar un vehículo de combustión», señala Jardón, quien reclama, además, que se retiren del mercado los coches más antiguos y contaminantes.

Martínez Alonso apuesta por llevar a cabo «acciones agresivas» de venta. «Ya que el mercado no se mueve, tendremos que moverlo nosotros», añadió. «Nos enfocaremos en la fidelización de nuestros clientes, más que en la captación de otros nuevos», indicó. No obstante, confía en que el próximo trimestre sea bueno. «Se supone que estos meses son mejores, aunque habrá que esperar a ver cómo afectan las elecciones», puntualizó.

Los modelos diésel son los principales afectados de la caída de ventas de turismos. De hecho, según los datos de Faconauto, la patronal de ámbito nacional, las matriculaciones de este tipo de vehículos cayeron un 34,63% el pasado mes respecto a los datos de marzo de 2018, al pasar de 667 unidades a 436. En la otra cara de la moneda están los coches de gasolina, que han experimentado un aumento del 15,85% en el último año, de 858 unidades a 994.

Esta tendencia se repite en el conjunto del país. Marzo confirmó la tendencia a la baja de los motores diésel, cuyos modelos apenas han supuesto un 27% de todas las matriculaciones, la cota más baja de los últimos dos años, desde que a mediados de 2017 los gasolina comenzaran a acaparar más ventas hasta representar en estos momentos un 64% del total. Por su parte, los alternativos no contaminantes representan un 9% del total, un nuevo récord mensual. Las matriculaciones de los modelos electrificados, híbridos y de gas (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses) se incrementaron en marzo en un 65% con respecto al mismo mes del año anterior. Superaron las 13.000 ventas en España.