La obra en la planta que sustituirá al horno alto de Arcelor ocupará a 1.600 personas más de dos años

La nueva planta de DRI supondrá la segunda fase de la transformación de la cabecera asturiana de Arcelor. La primera será la reforma de la acería gijonesa. Esta instalación, en la actualidad, produce acero con el arrabio del horno alto, pero a partir del próximo año está previsto que entre en funcionamiento un nuevo horno eléctrico híbrido, que empleará chatarra y también hierro de reducción directa en distintos formatos. Como la planta DRI no estará lista para entonces, durante un tiempo se recurrirá a la importación de prerreducidos de hierro.

En principio, Arcelor tiene previsto que esta nueva instalación de cabecera pueda comenzar a operar en 2025 y producir tanto hierro de reducción directa caliente como frío. El primero solo será empleado en Gijón, mientras que el segundo podrá utilizarse también para abastecer a otras acerías de Arcelor. En la presentación del proyecto, en julio de 2021, se anunció que un millón de toneladas de esos prerreducidos de hierro asturianos se suministrarían a la acería de Sestao. La nueva planta DRI tendrá una capacidad máxima de producción de entre 2,74 y 3,23 millones de toneladas al año, según la documentación elaborada por la siderúrgica, que se encuentra desde ayer en fase de información pública. Para ello, en un principio, utilizará como combustible gas natural, pero la multinacional cuenta con ir sustituyéndolo por hidrógeno verde a medida que el proyecto paralelo de HyDeal se vaya desarrollando.

Arcelor ha previsto ubicar la planta en la zona de la factoría donde actualmente se localiza la nave del antiguo tren BK, cerrado en 1988, y el taller central.Se trata del espacio que se encuentra entre los hornos altos y la acería. La proximidad con esta última facilitará el suministro del DRI caliente. De hecho, se eligió esta zona por la facilitad que presenta para abastecer este material a una temperatura de 600 grados centígrados frente a opciones más alejadas.

El plan verde de la multinacional conllevará, además, la construcción de estructuras de gran altura, como son la torre del reactor, el foco de emisión del calentador del gas de proceso o la torre del horno eléctrico de la acería, que harán que la factoría sea visible desde más ubicaciones que actualmente. La llamada torre de reducción será el elemento más fácilmente identificable de la planta debido a sus 155 metros de altura. Como comparativa, el Edificio Bankunión de Gijón mide 70 metros; la torre de la Universidad Laboral, 117; y la chimenea más alta de la térmica de Aboño, 225. En esa torre se integrará el reactor, el verdadero corazón de la nueva planta. Será en él donde se produzca la reducción del hierro, proceso en el que se elimina oxígeno del mineral y se le añade carbono para lograr ese producto intermedio en forma de hierro metálico que se utilizará después en la acería.

No obstante, habrá numerosas instalaciones asociadas adicionales, como nuevas tolvas y silos, una subestación eléctrica, una planta de briquetado para reaprovechar finos y polvo de los prerreducidos de hierro, una planta de refrigeración y depuración de agua de proceso o una nueva antorcha que se utilizará tanto para situaciones de emergencia como para quemar trazas de gases en el proceso ordinario. También se instalará un sistema de lavado completo de CO2, que funcionará mientras no haya suministro suficiente de hidrógeno verde, cintas transportadoras cerradas o barreras cortavientos en el parque de minerales para evitar la dispersión de partículas.