El precio de los carburantes se desploma por la guerra por el control del petróleo

Estos días confluyen varios factores encaminados a desatar una tormenta perfecta que ya ha provocado que el barril de brent, el de referencia para Europa, cayera un 11,6 %, hasta situarse en los 27,88 euros. Se trata de su nivel más bajo desde febrero de 2016. Rusia y Arabia Saudí mantienen una lucha de poder, que ha provocado un exceso de oferta en el mercado y, por tanto, un desplome de su valor. Un movimiento a la baja que, lógicamente, tiene sus consecuencias en el precio de los carburantes, tanto en las gasolinas como en el gasóleo.

Si bien las tensiones entre ambos países han estallado en los últimos días -alimentadas por la situación de incertidumbre mundial generada por la crisis del coronavirus, que ha tumbado la demanda-, lo cierto es que la caída de los precios es una realidad desde hace semanas. En Asturias, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el gasóleo habitual se situó esta semana en 1,149 euros el litro, frente a los 1,243 que costaba hace un mes. Es decir, un 7,5% menos. También la gasolina ofrece precios más reducidos. En concreto, la de 98 octanos bajó un 5,6%, ya que el litro descendió a 1,375 euros, mientras que un mes atrás alcanzó los 1,457. La gasolina 95 también se abarató en un nivel similar: un 6%. Mientras que un mes atrás costaba 1,349 euros, ahora los conductores desembolsan por un litro alrededor de 1,268.

No obstante, estos son los precios medios de la comunidad, pero pueden llegar a variar sustancialmente en las distintas estaciones de servicio que están diseminadas por el territorio. Así, el gasóleo más barato se encuentra a 1,025 euros el litro en una gasolinera de Siero. Otras opciones económicas son las que ofertan una estación de Avilés y otra de Castrillón, ambas con una tarifa de 1,028 euros. En el otro extremo, la más cara está en Oviedo, con un precio de 1,239 euros por cada litro de gasóleo. En el caso de la gasolina sin plomo 95, se encuentra por 1,128 euros en Avilés y Castrillón, mientras que el precio más alto se encuentra en la capital asturiana, a 1,339 euros.

Si bien es cierto que las bajadas de precio de los carburantes no son excesivamente abultadas, la previsión es que serán notables si la guerra entre Rusia y Arabia Saudí -el mayor productor del mundo- se recrudece. No parece cercana la paz entre ambos países y eso a pesar de que es el peor momento para echar ciertos pulsos. Con una caída generalizada de la demanda como consecuencia de la crisis sanitaria -acentuada por las restricciones al transporte aéreo-, la incertidumbre reina en los mercados y los desestabiliza.