«No es un problema ambiental, es un problema especulativo puro y duro»
El viceconsejero de Medio Ambiente del Principado carga contra un sistema opaco en el que empresas y fondos intentan hacer negocio
N. A. E.
GIJÓN.
Lunes, 17 de septiembre 2018, 05:05
Cada vez es más caro contaminar. La normativa medioambiental se vuelve más restrictiva y exige inversiones millonarias para reducir las emisiones, pero a ello se suma que, incluso utilizando las mejores técnicas disponibles, los gases de efecto invernadero se empiezan a gravar a precio de oro. El mercado de derechos ha visto multiplicarse por más de tres la cotización de la tonelada en el último año y eso repercute directamente en el balance de las industrias reguladas por este mercado. Pero por qué se está disparando no está tan claro.
El principal argumento es que la UE va a limitar aún más el límite de derechos, tanto los de asignación gratuita como los que se compran y venden en los mercados, con el objetivo de obligar a las empresas a reducir las emisiones y a dejar de lado formas de generación eléctrica más sucias (carbón y gas ) por las renovables. Esto significará a partir de 2020 un incremento de los precios porque habrá menos en circulación. Sin embargo, el CO2 ya está desbocado. «No es un problema ambiental, es un problema especulativo puro y duro», asegura el viceconsejero de Medio Ambiente asturiano, Benigno Fernández Fano, que considera muy opaco este sistema, incluso para las administraciones.
De hecho, es tan complejo que sobre él hay denuncias por delitos variados, desde el blanqueo de dinero a la estafa. También hay empresas y fondos que lejos de comprarlos para poder emitir CO2 en su proceso de producción, simplemente los adquieren a la espera de que suban para poder venderlos. Esta semana, el precio de los derechos llegó a subir un 10% durante dos días consecutivos, hasta casi rozar los 25 euros. El viernes, sin embargo, cayó un 7%. Detrás de este vaivén no están aún las restricciones de la UE.