Los trabajadores de El Tallerón reciben formación en Trubia, Sevilla y Madrid para ensamblar los 8x8
La plantilla de Santa Bárbara, preocupada por el desvío, en los próximos meses, de estas tareas que ahora se efectúan en la fábrica de armas
La plantilla de El Tallerón se prepara para poder llevar a cabo el ensamblaje final de los vehículos 8x8 Dragón en las instalaciones gijonesas, ... propiedad de Indra desde el pasado julio, cuando se oficializó la compraventa con Duro Felguera. La formación de los trabajadores se inició hace varias semanas y se imparte, por parte de personal de Santa Bárbara en sus centros de Trubia (la fábrica de armas) y Alcalá de Guadaíra (Sevilla). De forma paralela, Indra instruye a la plantilla sobre las nuevas labores que desempeñarán, inclusive en su centro principal, en Madrid. Hay que recordar que los empleados de El Tallerón son, en su amplia mayoría, soldadores y caldereros, ya que el negocio se dedicaba a la calderería pesada. Ahora, su cometido será diferente y necesitan adquirir los conocimientos requeridos para la nueva actividad enmarcada en el sector de la defensa.
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El Tallerón será el centro neurálgico de la filial Indra Land Vehicles, creada por la compañía que preside Ángel Escribano para desarrollar capacidades en vehículos terrestres. Su consejero delegado, José Vicente de los Mozos, anunció el pasado jueves que la empresa realizará «las primeras operaciones de vehículos 8x8» Dragón en las instalaciones situadas en el barrio de El Natahoyo «antes de que acabe el año». Tareas que, por tanto, dejarán de realizarse en la fábrica de armas trubieca. También lo confirmó el director general de Santa Bárbara Sistemas, Alejandro Page, el viernes, durante la visita del ministro de Defensa de Letonia a la planta, donde se fabrican los 84 vehículos Hunter encargados por su Gobierno.
«Estamos acelerando lo más posible la transferencia de conocimiento, aunque no tenemos una fecha exacta porque tenemos que formar a la gente, pero en los próximos meses seguro que empieza a hacerse el ensamblaje final en El Tallerón con Tess Defence», apuntó. Será «lo antes posible». Este traspaso de tareas forma parte de un acuerdo alcanzado en el seno de dicho consorcio –en el que además de Santa Bárbara e Indra están Sapa y Escribano (EM&E)–, que también incluye el pago a la empresa propiedad de General Dynamics de 13 millones de euros por impartir formación a los trabajadores de la planta gijonesa para poder realizar ese ensamblaje final de los blindados.
Traspaso de actividad
La otra cara de la moneda la representan, precisamente, los trabajadores de Santa Bárbara. Según pudo saber este periódico, hay una profunda preocupación en la plantilla por este desvío de actividad, así como por la adjudicación a Indra de dos de los programas de modernización militar (PEM) a los que aspiraba: el Sistema de Obús Autopropulsado (ATP) Cadenas –para el que propone su prototipo Némesis, desarrollado en Asturias–, con una prefinanciación de 1.821 millones de euros, y el de Vehículos Lanza Puentes VLP Ruedas, dotado con 190 millones.
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La compañía que gestiona la fábrica de armas de Trubia aspiraba a ambos, pero finalmente el Ejecutivo central se los concedió a la firma semipública (el Estado controla un 28% del capital de Indra). Santa Bárbara ha ofrecido a Indra sus soluciones para estos programas e iniciar así una colaboración. No obstante, esta última ha advertido de que no es la única compañía con la que mantiene conversaciones sobre este asunto.
Cabe recordar que responsables de Indra se reunieron el mes pasado con la mayor firma de defensa alemana, Rheinmetall, que cuenta con amplias capacidades en el segmento de los vehículos blindados y también está presente en Asturias tras haber comprado Expal, con planta también en Trubia. Mientras, la plantilla de la fábrica de armas ve con incertidumbre su futuro, con una carga de trabajo «justita», a la espera de que lleguen nuevos contratos.
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