Trabajadores de Alcoa Avilés participan en la manifestación de La Coruña contra el cierre de plantas

Cientos de personas, entre ellas dirigentes del ámbito político, económico, social y sindical se han concentrado hoy en A Coruña para participar en una protesta contra la decisión de la multinacional estadounidense Alcoa de cerrar sus fábricas de aluminio en Avilés y A Coruña.

La manifestación, que partió pasadas las once de esta mañana de la plaza de A Palloza, se produce un día después de que los gobiernos de Asturias y Galicia iniciasen contactos en firme para tratar de revertir esa decisión.

También los ayuntamientos de las dos ciudades afectadas aprobaron iniciativas de rechazo. Los trabajadores, por su parte, han trasladado a la calle sus protestas con acciones reivindicativas, como la quema de neumáticos y cortes de tráfico.

Con ellos están unos 70 trabajadores de la planta de Avilés y sus familiares, quienes, a las siete de la mañana, salían rumbo a Coruña. Poco antes, vistiendo las camisetas amarillas con el lema 'Alcoa no se cierra' y pertrechados con pancartas y banderas de Asturias, los manifestantes subían a los dos autobuses que les esperaban en el aparcamiento del centro comercial Parqueastur, en Trasona.

Por delante, cerca de tres horas de viaje en autocar en las que a pesar del sueño, no se para de hablar. La incertidumbre laboral que afrontan todos domina las conversaciones y aunque «la procesion va por dentro», también hay momentos en el que el humor asoma y logra arrancar algunas efímeras risas entre los trabajadores avilesinos. En general, intentan mantener el ánimo alto pero resulta inevitable percibir la tensión y preocupación que comparten ante esta grave situación.

«Hay alguno optimista pero, por desgracia, la cosa pjnta mal y va a ser bastante difícil que Alcoa revierta la.situación. Creo que la decisión de cierre es firme», asegura Rogelio López, que lleva trabajando diecisiete años en Alcoa.

En el asiento de al lado, su compañero Alberto Álvarez, opina lo mismo y añade que «nuestro problema es la electricidad, las subastas crean incertidumbre a la empresa y el precio de la luz eleva los costes. No es cierto que nuestra planta esté obsoleta, las instalaciones son las mismas que una de Noruega y nuestra producción es mejor pero sus costes don más bajos porque la electricidad allí es más barata», explica.

Tras una breve parada en Guitiriz para tomar un café y estirar las piernas, la expedición avilesina retoma el viaje.

Está previsto que a partir de las once de la mañana, la marcha de protesta recorra las calles de A Coruña, desde la plaza de A Palloza hasta la sede de delegación de Gobierno, en la plaza de Orense.