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N. A. ERAUSQUIN / D. S. FUENTE
OVIEDO / NAVIA.
Miércoles, 10 de abril 2019, 04:56
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Ence crecerá en el Principado mucho más de lo que tenía previsto. La incertidumbre sobre el futuro de su planta de Pontevedra dará alas a la factoría de Navia, a la que se desviará la inversión prevista para la gallega. El consejero delegado del grupo, Ignacio Colmenares, confirmó ayer que la partida contemplada inicialmente para las instalaciones asturianas, de alrededor de 300 millones de euros hasta 2023, podrá duplicarse hasta rondar los 600 millones y se sumará a los cien de las obras que concluyen este mes de junio. Esto tendrá una repercusión directa sobre el empleo, que se incrementará en la misma proporción, por lo que en vez de un centenar de trabajadores se incorporarán alrededor de 200. No obstante, Colmenares condicionó estas mejoras a que España mantenga su seguridad jurídica, «algo sobre lo que hoy tenemos serias dudas», advirtió.
El consejero delegado de Ence se manifestó de este modo antes de reunirse con el presidente del Principado, Javier Fernández, del que quiso despedirse ante su retirada de la política y sobre el que solo tuvo buenas palabras. «Agradecemos al Gobierno lo bien que hemos estado trabajando juntos, permitiendo que Navia crezca y genere riqueza», aseguró, para insistir en que «estamos encantados en Asturias». No obstante, también aclaró que el Principado está dentro de España y que, aunque en estos momentos no hay problemas, les preocupa la estabilidad de sus inversiones.
La modificación del reglamento sobre la Ley de Costas y el allanamiento de la Administración en el caso de la prórroga de la concesión de la planta de Pontevedra han supuesto para Ence un duro golpe. «Nos pone en duda seguir invirtiendo en España», reconoció Colmenares. En la pasada junta de accionistas declaró que sus inversiones podrían salir fuera del país, a un lugar con la madera barata y más facilidades.
Sin embargo, de momento, el futuro próximo pasa por la planta de Navia, en la que han invertido 325 millones de euros desde 2007 para doblar su producción, lo que ha supuesto también el incremento de un 30% de la plantilla, hasta los 400 trabajadores actuales, «generando mucho empleo en Navia, industrial, logístico y forestal», recordó Colmenares, que insistió en que «cuando existe una relación correcta entre la Administración y la empresa privada, las cosas fluyen bien y la empresa confía e invierte».
Ence recibió un duro varapalo a mediados del pasado mes, después de que el Gobierno central cambiara de criterio y desistiera de defender la prórroga de 60 años para la concesión de la factoría pontevedresa, otorgada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Ante este panorama, el grupo se queda solo en los tres procedimientos que se siguen en la Audiencia Nacional -denunciaron la prórroga el Ayuntamiento de Pontevedra, la Asociación pola Defensa da Ría de Pontevedra y Greenpeace- y, aunque Colmenares reconoció que van a «luchar» por ella, las dudas sobre su futuro implican el traslado a Asturias de las inversiones.
Las nuevas partidas llevarían a la factoría naviega a incrementar en 250.000 toneladas su producción, en vez de la previsión actual de aumentarla en 100.000, más las otras 80.000 que crecerán este año. No obstante, en caso de acabar cerrando la planta de Pontevedra, no sería posible asumir toda su producción, dado que el espacio en Navia es limitado.
Además, el proyecto pasa por diversificar el negocio con otros productos, como es la celulosa para productos de incontinencia, con gran futuro ante el envejecimiento de la población, la mejora de la calidad de vida y el incremento de la natalidad en el mundo, y la viscosa destinada a la industria textil.
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