Jubilación forzosa: ¿a qué edad puede la empresa obligar a un trabajador a retirarse?

La jubilación es la meta para una buena parte de los trabajadores. Tras toda una vida de esfuerzos para ganarse la vida, el descanso remunerado es un objetivo merecido que no a todos les llega de la misma manera. Así, la edad a la que uno se retira de la vida laboral y la pensión que recibirá dependerá de muchos factores entre los que se encentra la propia decisión del trabajador o de la empresa sobre el momento de hacerlo, ya que los dos pueden decidirlo. No obstante, hay que tener en cuenta que el primero estará obligado a hacerlo siempre que lo decida la empresa si se cumplen ciertas circunstancias.

En este sentido, cabe destacar que la ley ha cambiado mucho en este sentido en las últimas décadas. En los años 80, por ejemplo, el Tribunal Constitucional declaró que el retiro obligatorio sería inconstitucional si el trabajador no tenía garantizada su prestación de jubilación. La decisión vino refrendada además por una directiva de la Unión Europea que establecía que esta decisión solo podría estar justificada por por motivos legítimos como fomentar la contratación indefinida o de trabajadores jóvenes. Las jubilaciones forzosas, por tanto, podía quedar recogidas en los convenios colectivos siempre y cuando cumpliesen lo establecido por el Tribunal Constitucional y la directiva europea.

Con la reforma laboral de 2012, no obstante, la ley cambió por completo debido a la vulnerabilidad que experimentaba el sistema de la Seguridad Social y el consiguiente objetivo de prolongar la vida laboral. Así, el retiro forzoso quedó prohibido a partir de la reforma de ese año hasta 2018, cuando Pedro Sánchez recuperaba por Real Decreto-Ley nuevamente dicha posibilidad. Eso sí, debe garantizarse que el afectado tenga derecho al 100% de la prestación de jubilación contributiva. ¿Qué implica eso para los trabajadores que quieran jubilarse este año 2020? Aplicando esta nueva normativa, solo podrán retirarse mediante jubilación forzosa aquellos trabajadores que hayan cumplido los 65 años de edad y hayan cotizado 37 o más años. Y, por tanto, los que tengan carreras de cotización que no lleguen a ese umbral tendrán que esperar a cumplir 65 años y 10 meses. Otra de las condiciones que deben cumplirse para que un trabajador sea jubilado porque la empresa le obligue es que este extremo se recoja en el convenio colectivo y que la medida esté vinculada a políticas de empleo tal y como recoge el Estatuto de los Trabajadores. Esto quiere decir que debe hacerse persiguiendo objetivos como mejorar la estabilidad del empleo transformando contratos temporales en indefinidos o favorecer el relevo generacional.