Sniace apunta a «una decisión política y quizás ideológica»

La presidenta de Sniace, Gema Díaz, culpó ayer a «una decisión política y quizás ideológica» del Gobierno de España el cese de actividad en la empresa cántabra, cuyo máximo accionista es el asturiano Sabino García Vallina, presidente de TSK, con casi el 30% del capital. Díaz se refería así al decreto sobre la cogeneración del Ministerio de Transición Ecológica, que «da al traste con unos años muy intensos de transformación de una compañía» con «muchísimas proyecciones de futuro», dejando a 450 personas en el paro. Además, cifró en 45 millones de euros el impacto en las cuentas de la empresa del cambio en la retribución. «No podemos consentir que Sniace se cierre y punto», fue la reacción del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que ve en el Ejecutivo, «en parte, el causante de esta puntilla». Mientras que el comité de empresa considera «disparatada e incomprensible» la decisión de liquidación y culpan de esta a García Vallina.

El Ministerio para la Transición Ecológica, sin embargo, asegura que no proceder a una actualización en la retribución llevaría a que el sector tuviera una rentabilidad «superior» a la que marca la Ley. El Gobierno trabajará «codo a codo» para buscar una solución, aseguró la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen.