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Los supervivientes del carbón

Los supervivientes del carbón

En Castilla y León no permanecerán explotaciones abiertas y en Teruel habrá actividad a cielo abierto en Ariño y Estercuel Solo el pozo Nicolasa sobrevivirá al cierre de las minas programado para el día 31

PALOMA LAMADRID

GIJÓN.

Domingo, 23 de diciembre 2018, 04:52

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La producción del carbón en España cayó casi un 58% entre 2011 y 2017, al pasar de 6,62 millones de toneladas a 2,78. Un porcentaje que se eleva hasta el 78% si se tiene en cuenta solo el dato asturiano (de 1.994.000 a 431.000 toneladas de mineral), según las estadísticas recopiladas por la Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón (Carbunión). Hoy solo quedan yacimientos de carbón en Asturias, León, Teruel y Palencia y sus perspectivas de futuro no son buenas ante la política europea encaminada a reducir el dióxido de carbono, esto es, la descarbonización. Para analizar el panorama actual de este sector económico, a ocho días de que las minas deficitarias tengan que cerrar si no devuelven las ayudas públicas recibidas, tal y como marca la Unión Europea (UE), EL COMERCIO inicia mañana una serie de reportajes que muestran la realidad de cada una de las comarcas que décadas atrás se beneficiaron de la riqueza que generaba el carbón y hoy sufren la caída en picado de esta actividad.

Trabajadores de las minas, vecinos de los municipios afectados y otros agentes implicados narrarán en estas páginas qué ha supuesto ese proceso y cuáles son los retos que afrontan. Sangría poblacional, pérdida de puestos de trabajo y ausencia de alternativas industriales son los principales problemas que afrontan las comarcas mineras. La serie empezará con las cuencas asturianas, donde apenas quedan vestigios de minería. Solo quedan seis pozos con actividad en Asturias, aunque no significa que de todos ellos se saque mineral. Tres de ellos pertenecen a Hunosa, que ya anunció esta semana su decisión de cerrar el Carrio (Laviana) y el Santiago (Aller). Tal y como han negociado los sindicatos y la empresa, dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), solo quedará en activo el pozo San Nicolás, situado en la localidad mierense de Ablaña.

El mineral que se extraiga de dicho yacimiento se utilizará para alimentar a la central térmica de La Pereda que, junto con el Lavadero Batán, serán las dos piezas clave de la hullera pública. El objetivo de Hunosa es convertirse en un grupo energético, para lo cual debe acometer un intenso trabajo de diversificación que asegure el mantenimiento del empleo -hay un millar de personas en plantilla y otras 450 en contratas- y la viabilidad de la compañía en los próximos años. Dificultades más acusadas tienen los yacimientos de Carbonar, Uminsa y Astur Leonesa, las empresas propietarias de las últimas minas privadas que hay en la región, todas ellas ubicadas en el suroccidente. Su situación es muy complicada, ya que las dos primeras están en concurso de acreedores y el pozo asturiano de la tercera está pendiente de que su principal acreedor acepte la dación en pago.

Dación en pago

La Compañía Minera Astur Leonesa, propietaria del pozo Cerredo, en Degaña, cuenta con 170 trabajadores. Recientemente, el juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo aprobó su plan de liquidación. No obstante, el dictamen judicial considera «beneficiosa para el concurso la inclusión en el plan, como método de liquidación preferente, la dación en pago a favor del acreedor hipotecario». Los trabajadores esperan que Coto Minero Cantábrico acepte la entrega de patrimonio para saldar la deuda acumulada y evitar así la liquidación. Por su parte, Unión Minera del Norte (Uminsa), con 48 trabajadores entre los de plantilla y los de contratas, explota el pozo de Pilotuerto, en Tineo, y, además, cuenta con yacimientos en Castilla y León. La empresa, del Grupo Victorino Alonso, logró cerrar un acuerdo para suministrar carbón autóctono a la térmica de Compostilla, en El Bierzo, hasta final de 2018. Aunque la alegría duró poco, puesto que Endesa anunció su intención de cerrar esta central.

Respecto a Carbonar, posee un pozo en Vega de Rengos (Cangas del Narcea), con una plantilla de 47 personas, de las cuales la amplia mayoría están afectadas por un ERE abierto a raíz de los incendios ocurridos a principios de año en la mina. Solo ocho trabajadores realizan labores de mantenimiento. El único yacimiento de carbón de Castilla y León se encuentra en Villablino. La Escondida, propiedad de la empresa Hijos de Baldomero García, cuenta con cinco trabajadores fijos y 70 de contratas.

En Palencia, el único vestigio de la minería del carbón que perdura está en la localidad de Guardo, donde Uminsa tiene una explotación en la que tan solo trabajan cinco personas que realizan labores de recuperación ambiental. Por último, en la provincia de Teruel operan dos empresas: Samco, que posee la mina de Ariño, y la Compañía General Minera de Teruel, que gestiona el yacimiento de Estercuel. Ambas son a cielo abierto.

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