Feijóo promete bajar el precio de la energía a las electrointensivas y retirar la protección al lobo
El candidato popular ironiza con la «ensalada de hasta 16 partidos» que sustenta a Sánchez y evita hablar de Vox ni como socio, ni como rival
El presidente del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, había dicho en Sevilla, en abril del año pasado, cuando fue ... nombrado líder del partido, que hay que ir a buscar el voto allí donde los votantes no apoyan al partido. Pero estamos en el ecuador de la campaña, y lo que hizo ayer fue «rendir homenaje» a la mayoría obtenida por el alcalde Alfredo Canteli en Oviedo, como él mismo expresó al inicio de su intervención en el paseo del Bombé de la capital asturiana. Con Canteli se le vio más que cómodo durante su estancia en Oviedo, al igual que con la cabeza de lista al Congreso, Esther Llamazares, con la que mostró una notable sintonía.
Y se le vio convencido de su victoria. Inició su alocución asegurando que «dentro de diez días» el PP ganará las elecciones y que entre las medidas que adoptará se cuentan algunas muy centradas en Asturias, como reducir el coste de la energía para las empresas electrointensivas «porque sé lo que ha pasado en Avilés con Alcoa» y también para que los ganaderos asturianos «puedan ejercer la ganadería sin que haya animales sueltos que ataquen a su ganado».
Lo hizo ante alrededor de un millar de militantes y simpatizantes enfervorecidos, que le recibieron entre gritos de «¡presidente, presidente!» pasadas las doce y cuarto del mediodía, tras una espera de casi una hora bajo un sol de justicia, en el paseo del Bombé del parque de San Francisco de la capital asturiana.
Feijóo comenzó su intervención con las manos entrelazadas, en un abrazo simbólico a los presentes. Según llegaba al estrado ubicado ante el remozado quiosco de la música del Bombé, varias funcionarias de justicia se le habían acercado para expresarle la situación de paralización del sector tras las huelgas de funcionarios y letrados. Y en sus primeras palabras ante todo el público destacó que «no soy el responsable del problema de la justicia, y tomo nota de lo que me están expresando cinco compañeras que me lo recuerdan. Por eso digo -insistió- que tomo buena nota de ese conflicto, que lleva más de un año activo, con problemas con el Gobierno».
Sin alusiones a Vox
Llamó la atención que, pese a todas las alusiones que hizo a los «ensalada de hasta 16 partidos» en los que Pedro Sánchez se apoya para gobernar y a la necesidad de ganar por mayoría absoluta, Feijóo no hizo ni una sola alusión a Vox. Ni para hablar de posibles pactos, ni tampoco para, como en actos anteriores, pedir por pasiva el voto para el PP asegurando que votar a Vox equivaldría a facilitar la gobernabilidad a Sánchez.
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Aseveró en cambio el candidato popular que «para mí estar en Asturias es estar en casa, porque es una continuidad del Cantábrico y somos pueblos hermanos». Dicho esto, prometió que con la victoria popular «la gente va a volver otra vez a fijarse en lo importante y a olvidar al peor gobierno de la historia de la democracia española y las preocupaciones que nos causa mañana y tarde», mientras que prometió trabajar desde la «humildad, la verdad, y tratando de hacer las cosas bien».
Habló Feijóo de los debates televisivos, tanto del cara a cara que mantuvo con Pedro Sánchez como del debate de portavoces, en el que «Bildu y ERC recordaron a Sánchez que lo que hizo fue porque ellos quisieron».
Todo ello, solo fue la antesala a una definición, larga y aplaudida, y hasta reída por la concurrencia, de lo que es el sanchismo: «Es todo lo anterior; tener ministros comunistas, es cambiar el código penal a conveniencia de los delincuentes, rebajar las penas de malversación. Sanchismo es pactar lo que sea con quien sea para llegar al poder como sea y mantenerse; es mentir en los temas importantes, en que nunca gobernaría con Bildu, en que no dormiría con Podemos», recordando la famosa frase del inicio de la legislatura que ahora termina, y rematando de paso a algunos de los altos cargos de Podemos: «Hay algunos cuyo primer trabajo ha sido ser ministro».
Y también acusó a Sánchez y su equipo de tergiversar las instituciones, con un ejemplo: «El Consejo de Estado es el órgano que ha de decirle al Gobierno si las leyes están bien armadas, pero si pongo en él a dos exministras lo que hago es invadir las instituciones para ponerlas a disposición del gobierno». En resumen, «España está cansada y no merece este sanchismo», indicó.
Dicho esto, lanzó otro ataque de calado, por la imagen exterior de España que proyecta Sánchez: «No hay representación institucional fuera, porque cuando va a Europa se dedica a criticar al PP y le expedienta la Junta Electoral Central. Y sigue usando las instituciones para hacer campañas», dijo, para rematar: «Ha deshecho el PSOE y está empeñado en usar la campaña en convencer a los españoles de que no miente. De que no pacta con Bildu, sino que coinciden en las votaciones».
Insistiendo en el argumento de las falacias, subrayó Feijóo que sus asesores han repasado el cara a cara con Sánchez y han elaborado un «dossier de las mentiras que dijo: son once folios de mentiras y no sé si estarán todas las del debate». Y aprovechó el anuncio que hizo el jueves el director de la DGT, Pere Navarro, de que habrá peajes en las autovías en 2024: «Hay una que me negó a la cara, el plan del gobierno para meter peaje a todas las autovías. Le enseñé el mapa, y le pregunté el lunes y me lo negó. Y ayer el director de la DGT lo dijo, que se pagarán peajes en todas las autovías». Las palabras de Navarro fueron luego desmentidas por el Gobierno.
Un barco en Gijón
En resumen, Sánchez «tiene un gobierno dividido y necesita una España que no funcione», en la que pueda comprar «la voluntad de los jóvenes tratándoles como niños, pagándoles el interrail o subvencionado el cine a los mayores los martes». E ironizó: «¿A quien tiene un barco de nueve metros en Gijón le vamos a pagar el interrail con el dinero de los pensionistas?». Y todo ello, o con ese dinero de las pensiones, o, peor, según planteó, «con deuda pública, a razón de 200 millones cada día de deuda pública durante los últimos cinco años?»
La propuesta
En ese momento comenzó la parte propositiva del acto político. Feijóo lo resumió en «interrumpir el sanchismo e iniciar una nueva senda política. Solo hay un candidato que se ha comprometido a gobernar si gana, el vuestro. Yo quiero ganar, no lo escondo. Por muchos motivos, le he dedicado mi vida a los intereses generales. Porque me importa mi país». Y quiere una España Feijóo en la que dice creer que «es mucho mejor que su gobierno, y las políticas que podemos implementar son mucho mejores». ¿Para qué? «Para mejorar la vida a la gente», dijo, y comenzó por una sanidad que «es manifiestamente mejorable, no tenemos médicos en los centros de salud, hay listas de espera en pediatría», indicó, entre otras críticas. Propuso en segundo lugar una mejora sustancial de la educación y, ante un auditorio claramente crítico con la actual formulación legal de la educación, subrayó su convencimiento de que es necesario que en la educación de los jóvenes «sea diametralmente distinto aprobar que suspender», recibiendo por ello una salva de aplausos.
Entró también en lo que se ha venido en llamar reto demográfico, y propuso medidas «para que la atención social esté también en los pueblos, con casas del mayor, con atención a los niños ¿Proponemos que se marchen sus padres de los pueblos o creamos casas nido para que sean atendidos por una profesional?», preguntó, mientras propuso también «ganar para que los mayores solos puedan tener viviendas comunitarias en el mismo pueblo en el que viven, sin tener que acudir a una residencia en la cabecera de comarca y desarraigarme para siempre».
Y avanzar en políticas de empleo, porque «el empleo es la llave de la libertad y la dignidad, más que quien vive de un subsidio». Sabe Feijóo a quiénes dirige sus mensajes. Por eso, en el contexto socioeconómico actual propuso medidas «para ayudar a las familias que han perdido poder adquisitivo, hoy somos más pobres que hace un par de años, y nos cuesta llegar a fin de mes, los alimentos básicos han subido un 30%. ¿Cómo no se baja el iva de los productos básicos?», propuso.
Y en esa línea lanzó su mensaje directo a la industria asturiana, prometiendo «bajar el precio de la energía para las electrointensivas, porque sé lo que ha pasado en Alcoa en Avilés». Y a los ganaderos, para «decirles que no podemos tener animales sueltos que impidan la ganadería. El lobo es un animal a proteger, pero no sagrado, tiene que convivir en un equilibrio» con la ganadería. Y finalizó, eso sí, haciendo una nueva apelación a evitar la euforia y a que todos los militantes y simpatizantes vayan a votar el 23 de julio, porque «nada está ganado».
Buen ánimo en la espicha del Gran Hotel del Sella, en Ribadesella
El paso de Feijóo por Asturias fue raudo. Amaneció en León y llegó a Oviedo con unos minutos de retraso sobre el horario previsto. Tras el multitudinario acto del Bombé, se dirigió a Ribadesella, donde el partido organizó una espicha en el Gran Hotel del Sella, tanto para que la comitiva de Feijóo pudiera reponer fuerzas como para que éste lanzase palabras de ánimo para afrontar la recta final de la campaña. Tras esto, un nuevo acto, de tarde, en Santander.
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