«Hay que reconocer que el Senado ha fallado en su papel de representante territorial»

Preguntado sobre las criticas del candidato al Senado de Ciudadanos por Asturias, Nicanor García, quien acusaba en estas páginas al PP y al PSOE de mandar a la Cámara Alta a cargos que ya encaran sus últimos compases en la política, Francisco Blanco (Gijón, 1969) ríe y contesta: «No me parece que sea mi caso, ya que acabo de cumplir 50 años, hace poco fui consejero de Industria y no voy precisamente al Senado a retirarme». Como cabeza de cartel por el PSOE a la Cámara Alta, pretende llevar a Madrid asuntos como la industria y la demografía, «para que se escuche la postura de Asturias».

-Parece que las encuestas les sitúan en una posición cómoda.

-A la espera de ver lo que pasa, parece que no se muestra un escenario especialmente difícil. Al menos para el PSOE.

-Sin embargo, los mítines masivos y el optimismo parecen llegar más por la derecha...

-Es que las novedades, y me refiero a las nuevas formaciones políticas, aparecen ahora por la derecha y por eso hay esa impresión. El fenómeno de Vox es algo relativamente reciente, por lo menos en cuanto a proyección pública, lo que le da a la derecha y a la extrema derecha más efervescencia.

-¿No preocupa, por tanto, en sus perspectivas de cara al 28-A?

-Las encuestas nos están dando tres derechas, pero todavía está por ver quién va a ejercer el liderazgo. En la izquierda el partido que se ha consolidado es el PSOE. No nos gusta que se haya radicalizado el discurso y no nos gusta la radicalización del PP, eso es muy evidente.

-Hablando ya de la Cámara Alta, ¿es realmente un instrumento útil para la sociedad española?

-Lo primero de todo, hay que reconocer que el Senado ha fallado. Es algo que la sociedad percibe y para arreglar las cosas hay que reconocerlo. El Senado ha fallado en gran medida en su papel asignado constitucionalmente como cámara de representación territorial. Las competencias que debería tener no se están ejerciendo en el Senado, solo hemos visto algunas como la aplicación del 155. Tenía que haber muchas otras cuestiones que deberían ser preceptivas en esta cámara, como la financiación autonómica. También la aprobación de estatutos, los convenios entre comunidades autónomas...

-Teniendo en cuenta que de salir electos representarán los intereses no solo del PSOE sino de Asturias, ¿qué medidas impulsarán en el Senado para la región?

-Las preocupaciones están claras: tenemos que seguir avanzando en materia industrial, dar pasos para combatir el problema demográfico e impulsar las oportunidades económicas de cada territorio. Incluso el tema de la xarda, con propuestas como las que ya impulsó Areces en su momento.

-¿El PSOE y el Principado deben acercar posturas en asuntos clave como la energía?

-Sintonía ya la hay. La cosa es que estamos hablando de plazos distintos. En Madrid se fijan más objetivos a largo plazo que compartimos todos. El problema del cambio climático está ahí y hay que tomar medidas de futuro. Las renovables están avanzando de forma tremenda y si ahora cierran las térmicas en Asturias es porque quieren cerrarlas las empresas, porque ya nos les interesa quemar carbón para hacer energía. Nos corresponde a los territorios este diálogo para poner el matiz a corto plazo.

-Con una representatividad cada vez menor, ¿entiende que el asturiano sienta que sus reivindicaciones no son escuchadas en Madrid?

-Tenemos que combatirlo los que tenemos la opción de ir allí. Los diputados asturianos, y ahí tienes a Lastra y Carcedo, han luchado mucho por los intereses de Asturias. Lo que se ha conseguido en industria o con el nuevo plan de Hunosa tiene mucho que ver con un papel personal de los diputados.

-Desde algunos sectores se habla de recentralizar el estado para acabar con las desigualdades.

-No creo que sea necesario. Es un planteamiento más ideológico que real. Acuden a una idea contraria al Estado de las autonomías, algo contrario precisamente a la Constitución. ¿Por qué se ahorraría dinero por recentralizar? La descentralización ha permitido adaptar las políticas a las necesidades concretas de cada territorio. En Asturias se sabe mucho mejor cómo reforzar un hospital en Langreo que desde Madrid. Aquí se asignan mucho mejor los recursos.