«En el Palacio de Granda la innovación es el pan de cada día»

La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que cambiarán al mundo». Esa es la premisa que en 1974 llevó a Julio García Noval a desarrollar un proyecto educativo diferente, en un entorno natural privilegiado. Al principio el Palacio de Granda era como cualquier otro colegio de Asturias, con la peculiaridad de que se impartían más horas en ingles. Con el transcurso de los años, este centro se ha convertido en todo un foco de innovación docente, además de ser uno de los pocos distinguidos por la revista 'Forbes'. En este colegio el trabajo por proyectos innovadores, regulado por la nueva ley educativa, es «el pan de cada día» desde hace al menos cinco años.

Exponente de este buen hacer pedagógico fue la experiencia vivida hace unos días en colaboración con La Escuela de Periodismo de EL COMERCIO. Un equipo de este periódico se desplazó hasta el colegio de Siero para poner a prueba a los estudiantes de quinto y sexto de Primaria. Los pequeños habían recibido previamente una 'masterclass' teórica, en la que aprendieron nociones básicas del oficio periodístico. Desde cómo redactar una noticia, hasta los distintos canales de difusión posibles, pasando por la diferencia entre una información contrastada y un bulo.

Con este bagaje teórico como punto de partida, los estudiantes se dividieron en grupos y durante semanas utilizaron sus dispositivos electrónicos para grabar noticias dentro y fuera del centro. No fue tarea fácil, principalmente por cuestión de agendas. «Participamos en mil eventos y actividades, pero en esta iniciativa hemos querido poner todo de nosotros», explicó el jefe del departamento de Lengua del Palacio de Granda, José Viñales Lindes. ¿El resultado? Un informativo muy variado que los estudiantes de quinto y sexto tuvieron la oportunidad de visionar todos juntos. Estaban pletóricos, impacientes por ver y oír a sus compañeros en la pantalla.

Enzo Hevia e Inés López oficiaron como presentadores de este peculiar noticiero, mientras Lucía Ye ejercía de apuntadora ayudada por el teleprómter. Ni a Enzo, de 11 años, ni a Inés, de 12, les tembló la voz al dar paso a los clips de sus compañeros. Para ellos la comunicación más que un saber enciclopédico, es una destreza a conquistar. «No nos ha resultado difícil porque en clase hacemos muchísimas presentaciones. Al final le coges el gusto a hablar delante de la gente», apuntaba el pequeño Hevia con la soltura de un gran comunicador.

A la hora de buscar noticias, los grupos optaron por seleccionar informaciones vinculadas a su entorno más cercano, posando su curiosa mirada sobre citas señaladas en el centro, como la Semana de la Ciencia o el Día del Libro.

Aparte de clips propiamente de noticias, el guion elaborado por los jóvenes periodistas dio cabida a otros géneros, como las entrevistas. Así, el grupo de Alicia y Vera se desplazó hasta la cocina del centro para hablar con la encargada de elaborar los menús, mientras que el de Paula y Martina tuvo la ocasión de hacer lo propio con el responsable del servicio de autobús escolar. También el saber científico se coló en el noticiario, con un espacio dedicado específicamente al paso a paso de experimentos en el laboratorio.

Tras la experiencia frente a las cámaras, Inés López reconoció que «la profesión periodística es mucho más interesante de lo que pensaba». Aunque el sueño de Enzo Hevia seguirá siendo convertirse en un buen ingeniero, la experiencia frente a las cámaras le gustó tanto que aseguró que «no me importaría repetir».