Enfants en pantalla pequeña y sin salir de clase
El FICX ha llevado los visionados de películas en las aulas a 26 localidades asturianas y hasta a Mondoñedo, en la provincia de Lugo
m. f. antuña
Sábado, 28 de noviembre 2020, 01:56
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Siempre hay que sacar del defecto virtud. Y si no se puede ir al cine, pues se ve en clase, con palomitas y bebidas llevadas de casa. Eso han hecho un buen número de escolares en esta edición del FICX, en la que el ciclo que patrocina EL COMERCIO, Enfants Terribles, para público infantil y joven, ha tenido que reinventarse y en lugar de llevar a los coles al cine ha llevado el cine a los coles. Otros años, los chicos que participaban en las proyecciones rondaban los 13.000, este año la cifra es menor, pero desde el festival no la concretan. Sí se sabe que los visionados están por debajo de las proyecciones, que se recibieron más de 160 solicitudes para acceder a ellos y se completó al 100% de los disponibles para los centros escolares sin coste, e incluso se les consiguieron accesos de visionados extra.
Las solicitudes han llegado desde colegios públicos, privados y concertados de Primaria, de Secundaria, colegios rurales agrupados, centros de educación especial e instituciones como las fundaciones Mar de Niebla, Montagne, Centro de día Xuntos, Centro Ocupacional de Pando y la Escuela de Segunda Oportunidad de Gijón. Han llegado a 26 localidades asturianas –Oviedo, Gijón, Mieres, Ribadesella, Lugones, Boal, Colombres, Cabrales, Posada de Llanes, Langreo, Llanera, Avilés, Villaviciosa, Cabranes, Corvera, Cangas del Narcea, Tineo, Pola de Laviana, Llanes, Infiesto, Sotrondio, Tapia de Casariego, Trubia, Pola de Lena, Turón– y hasta a Galicia, en Mondoñedo.
Son nueve los títulos que se han ofrecido a los centros. Entre ellos, 'SamSam', que fue la que vieron los alumnos de trece años de Eva Montes en el instituto de Montevil, en Gijón. «Los chicos están muy adaptados al escenario que nos toca», explica la profesora, que relata cómo antes de ver la película ya se había hecho un trabajo previo con los chavales y después, prosigue la tarea. No es ver la película sin más, hay que comentar, debatir, responder preguntas. Y, por supuesto, votar, porque el galardón de Enfants lo deciden ellos con sus votos, que en esta ocasión no se han introducido en urnas, pero se han mantenido secretos, como relata Eva. Por cierto que no les gustó mucho la peli: «Normalita», resume la maestra, que subraya que los alumnos están cada vez más acostumbrados a ver en sus casas las películas y las series en versión original con subtítulos.
'Semina il vento', una película la italiana, fue la que pudieron ver en clase los alumnos de José Luis Sagredo, del colegio Miguel de Cervantes, un fijo de la cita con Enfants. «Siempre hemos participado, porque yo creo que tener un festival como el de Gijón y una sección como Enfants no se puede desaprovechar», relata. Es más, lamenta no haber solicitado más visionados, al margen del gratuito, con tres euros de coste, y haber visto una película cada día. «Ha habido cosas muy interesante, podías parar la película, y es un puntazo, lo he utilizado para retomar argumento, recapitular, eso que en un cine no se puede hacer», dice. Deja claro que la sala siempre es mejor, pero no niega lo positivo.
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Sus alumnos, de once años, en sexto A, están trabajando en clase en los objetivos de desarrollo sostenible y van a hacer en el colegio una semana de la salud, así que la temática de esta cinta les venía al pelo. Muestra el dilema que se le plantea a una chica que vuelve al pueblo entre salvar los olivos de la casa familiar con la ciencia o venderlos. Ecología a debate entre unos chicos que el jueves se llevaron las palomitas y las bebidas y hasta hicieron unas entradas de cine para ambientarse mejor. «Ha sido curioso poder visionar la película como si estuviéramos en casa, en el cine hay que guardar silencio, y en el aula ha habido algunas conversaciones», relata. No solo le ha gustado la experiencia, sino que mira al próximo año –esperemos que sin pandemia– pensando en que un híbrido entre proyecciones y visionados podría ser perfecto para las necesidades de los colegios. «Me ha parecido estupendo, creo que se podrían hacer pases presenciales y ofrecer visionados en el aula para los que quieran ver más películas», concluye el maestro.
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