El buen comer se da cita en Gijón
La Guía Repsol elige Abarike para presentar en Asturias la plataforma 'Hacemos cocina', que busca fortalecer el vínculo entre los profesionales del sector
Algunos de los grandes cocineros del Principado se dieron cita ayer en Gijón. Respondían a la llamada de la Guía Repsol, que escogió el restaurante Abarike para presentar una nueva iniciativa «digital y humana», 'Hacemos cocina', que pretende servir de puente entre los profesionales del sector. Para fortalecer el vínculo entre los cocineros asturianos se presentó una plataforma en la que pueden verse entrevistas con diferentes personalidades de la gastronomía asturiana y que permite aprender de su experiencia y obtener nuevas ideas, además de abordar los más variados retos, desde la obligada sostenibilidad a los avances en liderazgo femenino.
De esto tiene mucho que decir la anfitriona de ayer, la chef Lara Roguez, que tras los fogones de Abarike sirvió un menú –que en realidad fueron dos– a la altura de los comensales, flor y nata de la gastronomía de la región. Respondió a la convocatoria una generosa muestra del talento de la tierra, desde Casa Marcos, El Recetario de Álex Sampedro, la Jaula de los Tres Grillos, el Zascandil, el Borne, La Solana y la Heladería Islandia –de Gijón–, a Casa Fermín –de Oviedo–, o Robi y Camilo de Blas –de ambas ciudades–, pasando por Ayalga (Ribadesella), la pastelería Cabo Busto (Luarca) y El Parador del Rey (Lena).
En la barra, se sirvió un menú tipo cóctel, con 'showcooking' incluido, que incluía un brioche de bogavante –los asistentes se encontraron con uno de casi seis kilos para empezar a naguar– con alioli de colágeno, una zona de ostras y un chili de centollo. En el salón, otra oferta no menos jugosa, de cuatro bocados más: nigiri de lubina con gamba de Huelva ahumada, atún rojo con ajoblanco de avellana, la versión reducida de la gilda de la casa y un salpicón de vieira. La trazabilidad de los productos, bien expuesta. Los sabores del Cantábrico, en la mesa. Y de postre, buena charla. Todo ello, «muy necesario», concluían los profesionales del hoy y el mañana de la gastronomía patria.