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Cecilia Fernández, con un corte de carne en la sala de despiece de Casa Bartuelo. DAMIÁN ARIENZA
Casa Bartuelo: «La ganadería es aliada de la biodiversidad y mantiene los pueblos»

«La ganadería es aliada de la biodiversidad y mantiene los pueblos»

cecilia fernández | casa bartuelo ·

Al menos seis generaciones llevan los de Casa Bartuelo trabajando la tierra en Gozón: «Hay que pasar a la acción ya si queremos que lo rural siga vivo», advierten

JESSICA M. PUGA

Jueves, 24 de marzo 2022, 11:50

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Casa Bartuelo (Manzaneda, Gozón) es una casería tradicional asturiana «cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Conocemos la historia de las seis últimas generaciones», explica una de las tres hermanas que está al frente junto a sus hijos, Cecilia Fernández, «pero tenemos el apoyo y la presencia del resto de la familia», advierte. Juntos se dedican a labrar la tierra, a la ganadería y a luchar por el medio rural en el que creen.

-¿Qué es Casa Bartuelo?

-Nos gusta definirnos como labradores. Cultivamos todo tipo de verduras y hortalizas de temporada y nos hemos especializado en verdina e IGP Faba Asturiana; ahora tenemos la mayor finca de Asturias destinada a producción de faba. Como ganaderos, criamos la raza autóctona Asturiana de los Valles; estamos dentro del Consejo Regulador IGP Ternera Asturiana y de la marca Vacuno Mayor Asturiano con certificado de bienestar animal, porque siempre hemos creído en la necesidad de asegurar al consumidor el origen, trazabilidad y control durante todo el proceso.

-¿Para qué crean una marca propia y comercializan directamente sus productos?

-Porque el origen es importante y lo defendemos como seña de identidad. Además, en estos tiempos tan difíciles en el sector primario, hacerlo nos ayuda a tener mayor viabilidad y diversificar la producción, conocer mejor la demanda y adecuar nuestros productos a sus necesidades.

-El precio de la carne lleva 20 años invariable, ¿dónde falla la cadena agroalimentaria?

-Son varios los factores que han confluido. En los 80 y 90, la carne tenía en origen, para el ganadero, precios mejores que los actuales. El consumo ha variado, la falta de atención al medio rural, políticas ganaderas confusas y no centradas en objetivos, la subida de los costes... Seguramente por esto en Asturias el número de explotaciones ganaderas en lo que va de siglo se ha reducido en un 50%... Es un gran problema para el medio rural y para quienes aún subsistimos y queremos vivir en él.

-¿El sector primario tiene el lugar social que se merece o aún falta?

-Estamos orgullosos de ser labradores, y felices de poder vivir de nuestro trabajo. Ahora bien, si no se cuida a quienes estamos ya aquí, poco efecto llamada se puede hacer para reactivar nuestros pueblos. Se necesitan servicios de calidad en todos los ámbitos, comunicaciones ágiles y apoyos para dar visibilidad a lo bueno que hacemos. No podemos vivir solo de turismo, que es un apoyo muy importante, pero quienes hacemos que esto siga vivo, estamos aquí todo el año, aportamos alimentos de calidad y cuidamos del entorno somos labradores y ganaderos. Hay que pasar a la acción ya si queremos que lo rural siga vivo.

-¿Y lo tiene en la hostelería?

-El proceso es largo, pero la calidad se impone. Y en esa calidad, la producción de los alimentos de cercanía, con métodos respetuosos con el medio ambiente, sostenibles, es la piedra angular. Valoramos mucho el esfuerzo que está haciendo nuestra hostelería por incluir los productos del sector primario de la región en sus cartas, especialmente en estos momentos difíciles. Tenemos buenos ejemplos, pero aún queda camino por recorrer para verlo implantado de forma generalizada. Y el cliente responde a esta oferta y cada vez es más consciente de los efectos beneficiosos. Animamos a todos los hosteleros a que refuercen su relación con el sector primario local.

-El ganado vacuno está en el ojo del huracán, que si contamina, que si el consumo de carne no es beneficioso para la salud...

-En el caso de Asturias, es difícil imaginar y mantener el paraíso sin vacas. Hacemos un manejo tradicional y nada ayuda más a cuidar y mantener el entorno rural. Aquí la ganadería es un aliado de la biodiversidad y genera una forma de vida que, como antes decía, mantiene los pueblos vivos todo el año. Más allá de gustos y principios, los controles cárnicos y el buen manejo de los animales proporciona carne sana y de calidad. En una dieta variada, la carne no tiene que desaparecer.

-¿Sigue siendo necesario, en 2022, hablar de la labor de la mujer en el medio rural?

-Ahora es, no solo necesario, sino imprescindible: no hay futuro en el campo si las mujeres no siguen viviendo en él. La despoblación del entorno rural es un hecho y por más que hablamos de ello no se consigue frenar el éxodo a las ciudades. Es importante fomentar la vida en los pueblos y evitar que quienes nacieron, se criaron y aman su entorno tengan que irse. Las mujeres ayudamos a fijar población, y nuestro trabajo en casa, en las huertas, en las cuadras, ha sido y es clave. Detrás de la profesión de labrador y de labradora hay mucha cultura y saber hacer heredado, no es una profesión que se aprenda en un curso rápido y detrás hay toda una forma de entender la vida.

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