¿Cómo evitar las piedras en los riñones? Estas dos frutas ayudan a prevenir su aparición
Los cólicos nefríticos se forman cuando se acumulan depósitos duros de minerales y sales en este órgano encargado de la filtración de líquidos
El cólico nefrítico es un dolor agudo que se produce en la zona del riñón por la presencia de unos depósitos duros en la zona. Conocidos popularmente como piedras en los riñones, su presencia es especialmente molesta. En España afecta a un 5 % de la población sin distinguir entre hombres y mujeres, aunque es a partir de los 40 donde se observa un mayor riesgo de padecerlos e incluso de que se vuelvan a repetir. Su causa no es concreta, pero se sabe que con una buena hidratación se puede llegar a prevenirlos ya que la también llamada litiasis renal acumula sustancias en la orina difíciles de diluir. Por ello, seguir una dieta rica en proteínas animales y una dosis de ejercicio moderado disminuirán el riesgo de padecer esta dolencia.
¿Qué comer cuándo se tiene piedras en el riñón?
Evitar esta dolencia es casi imposible cuando ya se tienen antecedentes familiares que la han padecido, pero ayuda tomar suficientes líquidos, en concreto agua, ya que es fundamental para el buen funcionamiento de los riñones. Además, evitar ingerir proteínas de origen animal como pollo, lácteos, huevos o pescado ya que estas aumentan el riesgo. El cacao, las acelgas o las verduras en general también son poco beneficiosas ya que debido a su contenido en fosfato y oxalato contribuyen a la formación de cálculos. Pero hay dos alimentos que son esenciales en esta enfermedad.
Para favorecer la expulsión de las piedras hay dos frutas que contribuyen en el proceso por su alto contenido en minerales y agua: la granada y el limón. Los cítricos son ricos en citrato, un compuesto que ayuda a prevenir la formación de cálculos ya que no dejan que la orina se cristalinice.
Así el limón contiene citrato, un compuesto químico que puede romper las pequeñas piedras que se forman y así expulsarlas sin necesidad de acudir a otros remedios más invasivos. La granada por su parte posee potasio y agua lo que favorece el buen funcionamiento renal.
Si con todos los remedios no se ha tenido la suerte de poder prevenir esta dolencia, existen tratamientos para los casos más graves. Todos ellos pasan por la intervención de un profesional de la medicina ya que tendrán que realizar un catéter doble e incluso hacer una intervención quirúrgica. Además, el paciente deberá tomar medicación que ayude a evitar la aparición de nuevo en un futuro.
