Elizabeth Mpofu - Agricultora africana
Elizabeth Mpofu - Agricultora africana ·
El martes estará en la Laboral abogando por la soberanía alimentaria y los derechos de los pequeños campesinos bajo el paraguas de Madrid Fusión Dreams AsturiasElizabeth Mpofu es la fundadora del Foro de Pequeños Agricultores Ecológicos de Zimbabue. Nunca ha estado en España, pero el martes viajará hasta la Laboral de Gijón como ponente de Madrid Fusión Dreams Asturias para romper una lanza en favor de la soberanía alimentaria y los derechos de los pequeños agricultores. Todo el programa se puede seguir en 'streaming', de forma gratuita, previa inscripción en la web del congreso.
–Es agricultora a pequeña escala en un momento en que se piensa a lo grande. No le será fácil, ¿por qué sigue?
–En primer lugar, quisiera decir que crecí en una familia de agricultores, donde la agricultura era nuestro sustento. Nunca trabajé en ninguna empresa, pero sigo adelante porque para mí la agricultura es un trabajo.
–En contraposición están las multinacionales... ¿Qué opina y qué le dice al consumidor respecto a estas?
–Las multinacionales están causando más daño que beneficio en el sector agrícola. Les importa más el lucro que la vida de las personas. Impulsan los monocultivos, la dependencia de semillas compradas y productos químicos perjudiciales para la salud.
–En España, los pequeños negocios están cerrando y en su lugar se instalan franquicias o nada. ¿Qué le parece?
–Es muy triste que los medios de producción estén controlados por las grandes empresas. Deberían implementarse políticas que protejan a las pequeñas empresas.
–Se habla mucho de soberanía alimentaria y agroecología, ideas que usted defiende. Explique por qué y para qué.
–La soberanía alimentaria y la agroecología fortalecen la resiliencia de los pequeños agricultores frente al cambio climático. Les otorgan la facultad de decidir qué cultivar y comer. Construyen un sistema que permite a los agricultores adaptarse a las crisis climáticas y mejorar su nutrición y sus medios de vida.
–También lucha a favor del feminismo. ¿Nota avances desde que empezó a liderar proyectos de mujeres en la actualidad?
–Sí, hay avances, aunque a un ritmo lento. Algunas mujeres ahora asumen posiciones de liderazgo en sus comunidades. Gracias a nuestra lucha por el feminismo, las mujeres ahora pueden poseer tierras, algo que antes era difícil debido al sistema patriarcal. Las mujeres están formando cooperativas, lo que les ayuda a alcanzar la estabilidad financiera. La mayoría de los mercados están controlados por mujeres, lo que demuestra su gran contribución al fomento de las economías rurales.
–Asturias, donde estará el próximo martes, es muy matriarcal. Aquí la mujer cuidaba de la casa pero también de los animales, de la huerta, hacía conservas, cocinaba... ¿Cómo repercute esta circunstancia?
–Personalmente, crecí realizando estas tareas, lo que me fortaleció para ser una mujer trabajadora. Esto coloca a las mujeres en el centro del proceso de toma de decisiones. También entiendo que las mujeres tienen un profundo conocimiento de las tareas domésticas, el cuidado de los animales y la producción agrícola.
–En su caso, en cambio, una mujer ni siquiera podía cultivar un terreno sin que hubiese un hombre. ¿La situación en Zimbabue está cambiando?
–En Zimbabue, la situación está cambiando lentamente. Las normas consuetudinarias y los vacíos legales aún dificultan que algunas mujeres accedan a la tierra o la registren a su nombre mediante capacitaciones y actividades de promoción. Se han producido algunos cambios. Cada vez más mujeres se dedican a la agricultura de forma independiente, pero es necesario promover la agricultura para cambiar las normas culturales.
–Aboga por los saberes tradicionales en tiempos donde toda la información está en internet y la sociedad no sabe esperar. ¿Qué valor tienen las enseñanzas que pasan de abuelos a nietos?
–El conocimiento está lleno de sabiduría y herencia. Ofrece soluciones a los desafíos que enfrentamos.
–¿Estamos perdiendo contacto, humanidad?, ¿le preocupa?
–Sí, estoy muy preocupado porque la generación joven y otras personas egoístas están perdiendo el contacto con su identidad. Hay una desconexión de las culturas africanas, los valores tradicionales y están dentro del mundo moderno y la vida urbana.
–Muchos jóvenes prefieren emigrar a las ciudades antes que quedarse en el campo. ¿Qué les dice?, ¿le preocupa?, ¿tendremos un futuro diferente?
–Es realmente preocupante, ya que la población joven es la que impulsa la economía con su energía. La mayor parte del trabajo en el campo requiere de jóvenes, por lo que existe una brecha.
–También ha dicho que estamos acabando con las tierras por el uso de fertilizantes... Ante esta situación, ¿qué futuro nos espera?, ¿es demasiado tarde para cambiarlo?
–Preveo un futuro sombrío con escasez de alimentos debido al uso continuo de fertilizantes sintéticos y herbicidas peligrosos e insalubres. La tierra ya no será productiva y este no es el futuro que quiero. No es demasiado tarde para fortalecer y apoyar los movimientos de agroecología existentes que están poniendo más esfuerzo en un sistema agrícola sostenible que sea resiliente.
–¿Hace falta formar a los niños en las escuelas de la importancia de la agricultura y la ganadería?
–Es muy importante acogerlos desde pequeños en casa y en la escuela porque deben crecer sabiendo que los alimentos se producen y no se compran en los supermercados. Los niños también deben saber que la agricultura y la ganadería sostenibles son cruciales para la soberanía alimentaria.
–Ha hablado con parlamentarios y líderes locales al respecto, ¿cuál cree que es su papel?
–Las mujeres son la clave de la agricultura a pesar de no ser reconocidas y tener acceso limitado a recursos como la tierra. Nuestro papel durante los diálogos con líderes locales y parlamentarios es crear conciencia sobre los desafíos que enfrentamos como mujeres agricultoras rurales y presionar para obtener algunas políticas que protejan y promuevan nuestra forma de agricultura.
«África, exportador de productos agrícolas»
–Cuando empezó, ¿qué objetivos se planteó con las mujeres agricultoras de Zimbabue?
–Al comenzar, mis objetivos eran desarrollar las habilidades de las mujeres en agroecología y apoyar su liderazgo para que pudieran tomar decisiones sobre la tierra y la nutrición en el hogar. Quería que las agricultoras tuvieran visibilidad en los espacios políticos, que sus ingresos aumentaran y que su voz se escuchara.
–En el tercer Foro Global Nyéléni se habló de convergencias y alianzas mundiales. ¿Cómo podrían las agricultoras de Zimbabue y de España, por ejemplo, intercambiar conocimientos?
–Sí, la convergencia y las alianzas son importantes y, para facilitar el intercambio de conocimientos, el aprendizaje entre agricultores es crucial, de modo que las agricultoras vean el trabajo práctico sobre el terreno en lugar de aprender leyendo.
–¿Qué tienen los países europeos que aprender de Zimbabue?
–España y el mundo occidental pueden aprender mucho de Zimbabue, especialmente, sobre cómo los zimbabuenses preservan y protegen su cultura y patrimonio. En Zimbabue, los agricultores han demostrado resiliencia al estrés climático gracias a prácticas agrícolas sostenibles como la agroecología, que fomentan la diversidad de cultivos y el uso de semillas autóctonas. También es importante destacar que Occidente puede aprender cómo los agricultores de Zimbabue alcanzaron la soberanía alimentaria y de semillas. También aprenderán prácticas de gestión del suelo y técnicas de captación de agua.
–África no ha sido un actor importante hasta ahora. ¿Qué papel tendrá el continente en el futuro próximo?
–Si África aprovecha su vasto territorio, se convertirá en el principal exportador de productos agrícolas. Alcanzará la condición de granero, capaz de alimentar a su creciente población.