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Lorena Alonso y Manu Rubio en su puesto, aparcado desde ayer en el Longboard de Salinas.
Comida sobre ruedas

Comida sobre ruedas

Los ‘food trucks’ no solo han encontrado hueco en la tele, también son toda una alternativa al bocata en todo tipo de fiestas, también en Asturias

Eva Mayordomo

Viernes, 24 de julio 2015, 03:21

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Los food trucks han llegado y pisan fuerte. La comida sobre ruedas se va dando a conocer a lo largo y ancho del país, y también de Asturias, que este verano suma un puñado de fiestas con su presencia. La clave de un food truck es dar comida sobre ruedas, pero sin que ello suponga un menoscabo de la calidad ni la presentación. Al menos así lo aseguran los impulsores de estas concentraciones culinarias. La tendencia ha alcanzado ya el vocabulario común, en parte gracias también a la emisión en TVE del concurso Cocineros al Volante, en el que compiten entre sí estas cocinas rodantes. La exposición mediática ya ha llegado al punto en el que la Fundación del Español Urgente ha visto necesario enviar una nota a las redacciones de los medios de comunicación con una propuesta: que en lugar de food truck se emplee el neologismo gastroneta. Está por ver si calará rápido el término de nuevo cuño, tanto como lo ha hecho la corriente que se inscribe en la denominada street food (comida callejera) en sí y que es originaria de Estados Unidos.

Los asturianos tienen desde ayer ocasión de acercarse a un food truck en el marco del XIII Salinas International Longboard Festival que se celebra hasta el domingo en la localidad castrillonense. José Pablo Álvarez, responsable de la empresa Morancito Entertainment y colaborador de esta cita en el área de hostelería y restauración, considera que los cinco food trucks que vendrán constituyen «una apuesta por la calidad», ya que ofrecer comida a los aficionados a las olas de esta manera es «un actividad complementaria» que aporta «una alternativa al bocata» y permite que haya «más opciones» durante la competición deportiva que tiene lugar en la playa castrillonense. Perritos calientes gourmet, productos ibéricos, crepes, sardinas y hamburguesas sustentan la oferta.

OBA Festival (7 y 8 de agosto, entre Arriondas y Cangas de Onís) es otra cita que nace este año y ya con los food trucks en su planteamiento. «Por falta de tiempo de momento traemos seis», anuncia Eulogio Victorero, uno de los organizadores del evento. Su idea es «potenciar» esta apuesta en la próxima edición y tener más gastronetas. Además de hamburguesas, tacos mexicanos o cachopo, platos como los rollitos rellenos de verduras al wok con aceite de sésamo y oblea de arroz con salsa de soja y cítricos o salsa agridulce casera, son buena muestra de las cotas de elaboración que se pretende alcanzar con esta vertiente de street food. Cree que uno de los puestos más llamativo será «un autobús londinense que viene desde Galicia». Tienen claro que esta posibilidad es «atractiva», y por ello la zona de food trucks será accesible para quienes no asistan a los conciertos, pero quieran vivir el ambiente y comer. «La especialización, productos artesanos y ser originales» son las claves para que estas camionetas triunfen, opina Victorero.

Pero no todo el mundo puede lanzarse a este negocio. «Ahora mismo, para todo aquel que alquile o compre un food truck, es símbolo de distinción, su precio y la escasez en el mercado hace que muy pocos hosteleros puedan optar a ellos», opina Raquel Baragaño, organizadora del Fartukarte Food&Wear Market que se celebrará en Ribadesella los días 28, 29 y 30 de agosto. Allí habrá, además de hamburguesas y comida asturiana e internacional a lo largo de más de una docena de caravanas gastronómicas, actividades familiares y deportivas, como una yincana, mercadillo, moda y música, a cargo de más de cuarenta empresas participantes. Cabe recordar que la localidad riosellana acogió el rodaje del concurso de foodtrucks anteriormente mencionado.

En cuanto a los requisitos, las gastronetas deben obtener permisos sanitarios y de las administraciones públicas y privadas implicadas, y cumplir con normas como el respeto a la cadena de frío. «Hasta que no se empezaron a realizar eventos masivos y llevados a cabo por empresas, la gente era muy reticente», reconoce Baragaño. Sin embargo pese a las limitaciones legales que les impiden colocarse libremente por los espacios públicos, Baragaño calcula que «hasta 200 food trucks pueden estar repartidos por la geografía española». Y viajan por ella para acudir a los festivales y concentraciones. Porque para ella, «los restaurantes que han llevado a cabo esta iniciativa han hecho una campaña clara de una filosofía de vida de libertad, movilidad, creatividad y sobre todo dirigido a un público jóven con ganas de innovar». ¿Y qué pasa con la hostelería tradicional, está reñida con esta moda? «Nuestra experiencia es que lo ven como un complemento, aunque siempre se debe pedir opinión a la hostelería de la localidad y contar con ellos, no solo con los que disponen de food trucks, y darles la oportunidad de participar», puntualiza, referido a la organización de eventos.

En Asturias, Metrópoli acogió en su recién clausurada segunda edición el primer encuentro de estas furgonetas gastronómicas, el Festival Food Trucks. Estuvieron ubicadas en Trendit Square, el espacio dentro de la Feria de Muestras de Asturias, en Gijón, rebautizado para la ocasión y en la que pudieron degustarse hamburguesas y perritos, sí, pero también batidos detox, smoothies, zumos y pizzas al horno de leña, por citar algunos ejemplos.

Y la idea es «repetir la experiencia y ampliar» las 15 camionetas con los que contaban en esta segunda edición. Así lo afirma Marino González, organizador del festival. «Ha sido la gran sorpresa en cuanto a restauración, dando una alternativa atractiva, con el producto y la estética muy cuidada, funcionó muy bien», comenta. Para él, la principal diferencia con los puestos ambulantes de toda la vida es, precisamente, «el esfuerzo por restaurar vehículos antiguos, retro, es una moda que atrae», asegura. Por ello desde la promotora 2Monkeys se está promoviendo el Festival Gastromarket en la Laboral (Gijón) los días 28 y 29 de agosto. La oferta gastronómica se redondeará con música en directo, como la actuación de Lucas Masciano. También habrá un espacio solarium. Y hasta el gintonic tendrá su propio food truck, en un vehículo dedicado a la coctelería. Lo que parece que mezcla bien, es el buen tiempo con la comida callejera y sobre ruedas.

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