«Si desaparece el festival de Infiesto, se acaban las avellanas en Asturias»
Román Canal - Avellanero ·
Con 82 años y buena parte de ellos dedicados a les ablanes, este productor está convecido de la rentabilidad de un producto que contribuyó a alimentar a toda una generaciónPOR JESSICA M. PUGA
Jueves, 26 de septiembre 2019, 15:17
Román Canal Mateo, de El Texedal (Piloña), y su esposa, Chelo Toraño, de Cividiello (Parres), llevan toda la vida dedicados a la avellana. Fue lo que vieron en casa, lo que sustentó a la generación nacida en la posguerra y el cultivo que retomaron tras regresar de la Alemania de las oportunidades. Ellos han visto cómo a partir de los 70 la producción de ablanes bajó muchísimo en su zona. Recuerdan cuando Piloña aportaba al Festival de la Avellana de Infiesto 15.000 kilos de materia prima. Este año, con la fiesta ya reconocida como de interés turístico del Principado, se pondrán a la venta 3.500 kilos. La cita será, como siempre, el primer domingo de octubre.
-¿Qué ha supuesto la avellana en Asturias?
-La subsistencia de muchos que no tenían otra cosa. Fue un producto muy importante y rentable en los años de más necesidad y cuando no había otras opciones en Piloña. En los años 40 había que entregar al Ayuntamiento parte del maíz que cada uno obtenía y, si no se llegaba al mínimo establecido, había que pagar para comprarlo. Recuerdo ir con mi padre. Con las avellanas, en cambio, eso no pasaba, por lo que trabajarlas garantizaba tenerlas y, por tanto, comer. Las castañas, el maíz y les ablanes quitaron mucha fame en los pueblos.
-¿Cuánta avellana se recogía en Piloña en los mejores años?
-¡Buf! Cuando empezó el festival, que este año celebra su 48 edición, Piloña llevaba 15.000 kilos de ablanes. Es que hace varias décadas, algunos productores aportaban más de 3.000 kilos cada uno y raro era el que llevaba menos de 1.000. Fíjese si han cambiado las cosas, que este año, entre todos los participantes, se pondrán a la venta un total de 3.500 kilos. El que más lleva ahora acude con unos 200. Hay menos plantas y muchas de las que aún quedan no se aprovechan.
-¿Cuánta producción tiene usted?
-Unos 60 árboles. Tengo alguno más, pero asilvestrados. Este año llevaré al festival unos 70 kilos.
-¿Podemos seguir diciendo que Asturias es tierra de avellanas?
-Lo sigue siendo, pero la nuestra no tiene la atracción de la catalana. Ahí la defienden como si aquí hablamos de manzana. Estoy seguro de que si alguien se decidiera a tener 4 ó 5 hectáreas bien, hacía dinero.
-Entonces, ¿por qué pocos lo aprovechan?
-Porque de hacerlo tendrían que aceptar todo lo que implica. No es solo el trabajo en sí, pues para tener una producción buena que bastara para vivir habría que dedicar mucho tiempo. Es que el oficio les supondría tener que vivir en unos pueblos muy apartados, en los que el bar más próximo está a seis kilómetros y no hay internet. Yo creo que ven más cómodos otros cultivos.
-El año pasado se inscribieron en el festival de Infiesto 64 productores. ¿Qué edad media tienen?
-Unos 60 años, y porque la bajan un par de jóvenes, que si no sería muchísimo mayor.
-¿Qué cree que hace falta para que la avellana no se pierda en Asturias?
-Hay que mantener el festival de Infiesto. Si desaparece, se acaban las avellanas y los avellaneros en la región. Quedarán cuatro que las recojan para sí y listo, pero acabarán desapareciendo, como es la tendencia.
-¿Y algo que aún no haya?
-Hubo un intento de hacer una asociación que se encargara de comprar toda la producción y venderla, pero nada. También se intentó enseñar el oficio, yo mismo estuve enseñando a podar los árboles, pero tampoco cuajó. Pienso que levantar una especie de cooperativa que se encargara de recoger la producción traería un poco de luz.
-El precio del kilo se mantuvo a seis euros desde 2015, aunque el año pasado se vendió a siete. ¿Eso también aporta luz?
-Esa es otra de las ventajas que supone tener una feria, razón por la que los cosecheros empezamos a reunirnos y fijar un precio. Antes, cada uno vendía a los comerciantes según considerara.
-¿Qué diferencia la avellana asturiana de la catalana?
-La ablana de Piloña tiene muy buen sabor y una grasa sabrosa y pegadiza. La catalana, en cambio, no, y tiene un grano más gordo y con mucho pellejo.
-¿Qué requiere un avellano?
-Cuidados: hay que abonarlo, podarlo y sustituirlo por algún 'hijo' cuando se hace viejo. A los tres años ya da fruto. Yo este año recogí tres o cuatro kilos en unos árboles de 2016.
-¿Qué consejos da a los novatos?
-Que una vez recogidas, no las tengan en plástico porque se ponen negras. Que las dejen en cajas cuando las empiecen a coger en agosto.