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Miguel Llano
Martes, 27 de enero 2015, 13:04
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En Villaviciosa, donde la sidra y los paisanos comparte código genético, hay una sidrería en la que el echador se mantiene recto y coloca el brazo sujetando la botella por encima de la cabeza, estirando hacia abajo el que sostiene el vaso, decía el crítico gastronómico de Yantar Eufrasio Sánchez sobre la sidrería El Furacu.
Aquí, además de la excelente sidra seleccionada por Luis Naredo, recomienda el crítico gastronómico que se disfrute de su extraordinario pote asturiano en invierno y de la menestra de primavera, deleitándose con la suculencia de la raya guisada; y llegado el tiempo de verano, con les xulies, un delicioso pescado de roca pintado con llamativos colores de acuario tropical y con una carne nívea tan sabrosa como los moluscos y crustáceos que devoran.
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