Casa Rober
Dacio de nación y astur de pación, Rober nos santifica por partida doble en el barrio más gijonudo
Costel y Aura son dos playos llegados de Rumanía. Llevamos unos cuantos años descubriendo que el país de Mircea Eliade y Constantin Brancusi da excelentes chigreros: las similitudes de paisajes, paisanajes y cocinas ayudan a que la otra casa se sienta como propia. Por citar unos pocos hermanamientos, compartimos hórreos, balagares, gaitas, pomaradas, fabes, vaques o gochos sobre parecida paleta de verdes montañosos. Y compartíamos carbón y mineros.
Casa Rober
-
Dirección: calle del Rosario, 14 - Gijón
-
Teléfono: 984 19 86 27
-
Propietario: Costel y Aura Tudor
-
Cocina: Javi López Esteve
-
Apertura: 2014
-
Descanso: martes
-
Menú laborales: 12 euros
-
Menú finde: 15 euros
-
Media a la carta: 25 euros
-
Sidra: Trabanco
Esa otra casa, la de aquí, Rober ahora en honor del hijo, antes 'El Requexu', antes de antes 'El Asturgalaico', ofrece dos salidas y dos terrazas, una a la plaza Les Monxes, El Lavaderu o Arturo Arias, amplio espacio donde se unen las cofradías marineras y canteras de La Soledad y Los Remedios, y otra a la calle Vicaría, peatonal bulevar del barrio alto.
Si dentro disponemos de un espacio añejo con calor de tasca que se adapta a la cuesta aún leve de los arranques de Santa Catalina, en ambas afueras nos esperan toldos, sombrillas y mesas para comer los cuarenta (o más) principales de la cocina regional: pote, fabada, fabes con almejas, bonito de temporada a la variada, pulpo a la gallega, fritos de merluza, sardinas a la plancha, chicharrinos y parrochines, calamares a la romana, lacón con cachelos, escalopines al cabrales, entrecotes y solomillos, cachopo, arroz con leche requemadín, y un menú diario variado y merecedor de atención.
-¿No preparan sarmale, ricos rollinos de repello relleno? ¿Ni mici, jugosos rollinos de carne picada? ¿Tampoco ciorba de burta o sopa de callos?
-«En una sidrería, los clientes buscan platos familiares, no especialidades tan lejanas y desconocidas», asegura Costel. Pues nosotros nos lo perdemos.