E. C.
Playa de Vega (Ribadesella)

Restaurante Güeyu mar

Güeyu mar ha perseverado en el estudio de la relación entre los productos del mar y la brasa, exhibiendo ahora su arte con la sardina

Sábado, 1 de noviembre 2025, 10:39

Caminan hacia los 20 años de historia. Al restaurante Güeyu mar, en Ribadesella, se le deben muchas cosas, entre ellas dar la categoría de excepcional al virrey. La obsesión de Abel por la perfección le ha llevado a dedicar miles de horas a analizar ese pescado hoy en día tan demandado en las grandes ciudades, especialmente Madrid. Eso ha implicado unos precios desorbitados que han hecho que estén a punto de renunciar a su principal icono, que corona hasta la entrada del local.

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Restaurante Güeyu mar

  • Dirección Playa de Vega, 84, Ribadesella

  • Contacto 985 86 08 63. Web: gueyumar.es

  • Precio sin bebida: 90 euros

  • Descanso Cierra: lunes y martes

Su nueva pasión es la sardina, a día de hoy todavía asequible, y doy fe que he comido las mejores de mi vida hace unos días allí. Poco hecha, con la brasa prácticamente acariciando la piel, respetando la grasa, que en esta época es fantástica, posiblemente el mejor momento del año. Su otra gran devoción desde hace unos años son las conservas, que ya suponen una inyección económica importante al negocio y que se venden en las mejores tiendas delicatessen del país.

Comenzamos con quisquilla a la brasa sublime, degustamos chipirones de potera de mucha calidad. Como ahora también guisan y hacen potajes, probamos las verdinas con bogavante, aceptables. El mero ofreció mucho nivel, y finalizamos con unas espardeñas con pencas que estaban bien. De postre, tarta de queso Gamonéu, de buena textura. Excelente carta de vinos con apuestas diferentes bien gestionadas por Chema. Consigue 16 puntos, 3 Y + de Yantar.

A destacar

Lo mejor

La capacidad de Abel por conocer cada producto y estudiar su comportamiento en la brasa. Hay que dedicar muchas horas y esfuerzo para lograr estos resultados.

A mejorar

El servicio de sala, siendo agradable, podría ser más observador y atento a los detalles, exceptuando al sumiller que cumple su cometido con nota.

El plato

Logra una finura increíble, elevando el nivel de este pescado tradicional a los altares de la gastronomía. Septiembre y la primera quincena de octubre es el momento perfecto. Tocada lo justo, repleta de grasa, se convierte en un manjar.

El lugar

Sigue siendo un chiringuito de playa, no han renunciado a ello. Mantel y servilleta de tela, con las patas de las mesas a la vista, lo que lo hace menos vistoso. Cuenta con una terraza que en verano es una delicia con vistas al mar.

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