Sidrería La cabaña del santu

Kike en cocina, Jorge y Yaima atendiendo:un trío igual de bien afinado que Los Panchos. Kike, originario de Padrón (unos pican y outros non) pasó parte de su infancia en Berna, capital de la Confederación Helvética que aprendimos de los sellos. Hijo de cocinera luego regentó La Góndola, recordada pizzería carbayona, heredó la profesión materna para ejercerla en el Friuli, región italiana fronteriza con Eslovenia que produce algunos de los vinos blancos más estimados del mundo. Razones sentimentales por medio, acabó en Gijón justo al comienzo de este atribulado siglo XXI, y ejerció de chigrero para sí mismo y para otros, más que nada en sala, hasta que La Tropical le devolvió a los fogones, su espacio natural. Y junto con Leticia, su socia y apoyo profesional, adquirió el merendero La Cabaña, un rincón cerca de La Ñora que los domingos prepara coruscantes corderos a la estaca. Afianzado el paso primero, nació la segunda Cabaña, la del Santu, en homenaje a los propietarios de Sidra Canal.

Domingo 14 de febrero. Como bien sabemos, sólo quedan permitidas las terrazas en metrajes despejados. Y se cumple. En lo que llevamos de nueva 'anormalidad' uno ha visto menores medidas de seguridad por bastantes sitios oficiales, pero la hostelería paga el pato incomunicándonos y aumentando las incertidumbres laborales.

La tarde, de plata luminosa y temperatura primaveral, nos proporciona unos calamares golosos y unas carnes de vacuno jugosas y tiernas. También hay milhojas de angus al queso con setas, lomos de bacalao, pulpos con la gracia de un gallego y potes con la gracia de un asturiano.

«Ofrecemos cocina de casa, local, cuidada y abundante;en medio de un barrio tan popular como éste, muchos clientes se llevan el menú y les da para todo el día, algo importante dada la situación que vivimos», remarca Kike.

Disfrutado ya el almuerzo, mientras alargábamos felizmente la sobremesa, los comensales que ocupábamos las separadas mesas de la terraza nos sentíamos en un deseado aunque limitado vis a vis de nuestras cotidianas celdas de aislamiento.

Ingredientes

- 200 gramos de setas de temporada

- 4 corazones de alcachofa

- 100 gramos de jamón ibérico

- ½ cebolla

- 1 diente de ajo

- 1 chorrín de brandy

- 1 chorrín de vino blanco

- aceite de oliva extravirgen y sal

Elaboración

1. Echamos un chorrín de aceite de oliva extravirgen en la sartén donde sofreímos el ajo y la cebolla picadinos.

2. Añadimos una guindillina.

3. A punto el sofrito, añadimos el jamón cortado en cuadrados finos.

4. Cuando todo coja color sumamos las setas troceadas que salteamos hasta que, tras perder el agua, queden melosas.

5. Incorporamos los corazones de alcachofa (las alcachofas naturales ya estarán, por supuesto, cocidas, o fuera de temporada usaremos alcachofas conservadas en aceite).

6. Vertemos el brandy y el vino blanco y flambeamos.

7. Cortamos el fuego con una tapa y dejamos el revuelto bien tapado durante cinco minutos, para unificar cocciones y aromas, justo antes de servir.