Sidrería Los Espumeros

Asomado a la plazoleta final de la calle Rosario, costado y frente de La Soledad y el Muelle, este chigre, pequeño de medida y grande de terraza, rememora las tabernas que dieron calor a los mareantes antes y después de cada enrole, cuando los ánimos se templaban a golpes de aguardiente y sardinas salonas.

Bien las recuerda en primera persona Luis, hijo de Pepe 'el Coxu', un profesional de la mar a tiempo y riesgo casi completos, que le ordenó el «tú mejor estudia» de quien deseaba evitarle riesgos. Y si bien ejerció de maestro industrial, la costa tira mucho y la hostelería posibilita disfrutarla laboralmente. Así que, hecha la mili, ejerció de camarero en el llanisco bar El Muelle, cuya terraza sombreada por árboles constituyó una de las más codiciadas del veraneo asturiano.

Pero el playu su barrio quiere, y junto a Belén se hizo cargo del Socal de la calle Rosario, tienda que nos proporcionaba a los vecinos, sin importar horarios, todo lo cotidianamente necesario, del jamón al detergente, y del aceite o la fruta al butano. De paso, durante diecisiete años las inquietudes hosteleras encontraron acomodo en Casa Luis, otro chigre histórico de la calle Vicaría, víctima de las reformas urbanas.

Y llegaron Los Espumeros, benéficos geniecillos de los acantilados que salvan y guían los cabotajes, para ofrecernos cocina sencilla y local, selecta de ingredientes y módica de precio, trátese del bullicioso verano o del desolado invierno, y trátese de bonito en rollo y en lomos, de bocartes y parrochines, de ensaladas y sartenes, de navajas y zamburiñas, de bacalao con pisto y pulpo a la gallega, de chipirones en tinta y langostinos al ajillo y, resumiendo, de trozos entrañables del barrio alto guisadinos al punto y con patatinas viciosas.

Ingredientes para 2 comensales

- 1 pata o tentáculo de pulpo

- 1/2 docena de langostinos

- 1/2 docena de mejillones

- un puñado de gulas

- 1 diente de ajo

- 1 chorrín de vino blanco

- 1 chorrín de brandy -pimienta

- sal

Elaboración

1. Tendremos previamente cocido el pulpo a la manera tradicional, descongelado, con sustos, agua hirviendo (sobre media hora, depende del peso)y posterior reposo.

2. Lo cortamos en rodajas y trozos no muy gruesos.

3. En una sartén con aceite de oliva y una guindillina doramos el ajo picadino.

4. Añadimos los langostinos descabezados y pelados.

5. Los salteamos.

6. Repartimos encima las gulas y seguimos salteando.

7. Vertemos un chorrín de vino blanco.

8. Repartimos los mejillones abiertos antes al vapor.

9. Lo movemos todo bien.

10. Echamos un chorrín de brandy y lo flambeamos.

10. Apagado el flambeo, salpimentamos.

11. Lo pasamos a una cazuela de barro para servir de inmediato.