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La Venta del Vino
AVILÉS

La Venta del Vino

No está en el centro histórico, pero mucho de lo mejor late en los barrios. Yen el presente caso, lo mejor pasa óptimo

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Jueves, 14 de junio 2018, 19:24

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Llegar a la casa de comidas que gobierna Adelaida, en el barrio avilesino del Pozón, tiene sus dificultades para quien se mueve poco fuera del viejo centro medieval: calles rectas, tocotes, plazas ajardinadas y perspectivas obreras con algunos restos indianos:Ensidesa llegó después de Cuba.

Basta preguntar. Los vecinos conocen y usan este pequeño local que se destaca en la sucesión de portales por su toldo.

La Venta del Vino

  • Dirección: Padre Arintero, 21. El Pozón (Avilés)

  • Teléfono: 985 57 17 80

  • Cocina: Adelaida Balboa Palomino

  • SALA: Arancha Gil Silva

  • Apertura: 2010

  • DESCANSO: domingo (excepto jornadas)

  • Menú SÓLO laborables: 10 euros

  • TARJETAS DE CRÉDITO: se aceptan

Los vecinos, sí, y también los forasteros. Adelaida, tal vez a causa del Balboa conquistador de su apellido, lleva ocho años aquí, en su rincón dividido por una zona de barra y otra de altillos comunicados, ofreciendo sabores locales y del mundo, del Cantábrico natal y del Pacífico descubierto por su (aventuramos)antepasado:las estanterías dan prioridad al vino y todas las formas, colores y elementos decorativos remiten al mesón vinatero, perfecto refugio ante copas y tapas diversas, y perfecto vitalizante de momentos divertidos o meditaciones trascendentales.

Un destino de nota, pues, para quien desee, con meticulosidad casera, opciones cambiantes y siempre atractivas: bombón de merluza en salsa de sidra, presa ibérica marinada en vermú con cebolla caramelizada, tosta de secreto ibérico acompañada de manzana agridulce y pimientos caramelizados, risotto de boletus y zamburiñas, corvina en papillote, bacalao de la casa (a la brasa con pisto de verdura, huevo frito y patatas confitadas), cortes de cerdo ibérico, entrecot de angus, solomillo de vacuno mayor con chutney de pera, bacalao confitado a la muselina de ajo fresco, pimientos rellenos de brandada de bacalao, siete diferentes tipos de cachopo coronados por el de ternera a la plancha, jamón ibérico y queso de vidiago…

Los padres de Adelaida, él malagueño, ella jienense, le enseñaron que el buen comer no puede imaginarse sin los mejores aceites de oliva, y plantaron el esqueje de la afición –luego profesión– tras casarse muy joven y tener un hijo: «Para no perder mi preparación, suspendida al acabar el bachillerato, me dio por estudiar restauración y hostelería; descubrí que allí estaba mi afición, y también mi futuro inmediato. En La Antigua Editorial, de Salinas, comencé a trabajar, y posteriormente abrí con un socio la Venta del Vino, que desde hace tiempo regento sola, ayudada por Arancha», comenta.

Durante su formación y primer trabajo, la repostería, generalmente desapercibida, minusvalorada o evitada, jugó un papel primordial:quien pruebe el brownie con chocolate caliente y helado podrá comprobar el virtuosismo alcanzado en el campo de honor llambión.

Y cuando toca monta el Desarme, o añade aliños románticos por San Valentín, cariñosos el Día de la Madre e incluso –burritos, jalapeños, tacos, fajitas, enchiladas…– mejicanos de vez en cuando para ponerle picante a la vida, que de vida y comida sabe mucho Adelaida.

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