Lo de Sabina fueron ganas de vomitar y no un ataque de pánico
El músico habló en el programa 'El Hormiguero' de Antena 3 sobre su famosa indisposición durante un concierto celebrado en Madrid el pasado diciembre. Aquello no tuvo nada que ver con lo que sucedió en Gijón en 2005
ELCOMERCIO.ES
Jueves, 26 de febrero 2015, 14:02
"No estoy seguro de si fue ataque de pánico, exceso de responsabilidad o hernia de hiato. Lo más seguro es que fuera hernia de hiato". Así fue como Joaquín Sabina explicaba en el programa 'El Hormiguero', de Antena 3, lo que le sucedió el pasado mes de diciembre en Madrid, cuando tuvo que abandonar un concierto por indisposición. En aquel momento el cantante dijo que sufría 'un Pastora Soler', pero ayer contaba con más sosiego qué había sentido y por qué lo había explicado comparando su situación con la de la cantante apartada de los escenarios por su miedo a actuar en público.
"Dije 'ataque de pánico' para simplificar", aseguró el poeta, quien también reconoció que se había sentido muy identificado con Pastora Soler. No obstante, aseguró que posteriormente llamó a la cantante para explicarle que no se había querido burlar de ella.
Además de este incidente, Joaquín Sabina, que acudía al plató para hablar de su nuevo disco, aseguró que ese tipo de indisposiciones son muy habituales en sus conciertos, pero que en aquel momento consideró que lo más adecuado era suspender la actuación. "He dado gatillazos pero de la época de la mala vida, cuando salía sin dormir. Pero el público es santo y me ha tirado al pilón cuando me lo merecía. Esta vez fue una indisposición y volví a cantar y bien", recordó el cantante. Uno de aquellos 'gatillazos' fue el que tuvo en el año 2005 con el público del Teatro Jovellanos en Gijón. En aquel concierto, el artista solo ofreció cinco temas a su público antes de bajarse del escenario reconociendo que la noche anterior había sido "malo" por primera vez desde que había iniciado la gira 'Ultramarina'. Su voz le pasó factura, pero no el incondicional público gijonés que supo perdonar la travesura.