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La reina Victoria Eugenia y en pequeño, el broche que sale a subasta. R. C.
Un broche de reina sale a subasta

Un broche de reina sale a subasta

Sotheby's pone a la venta una pieza de zafiro y diamantes que Victoria Eugenia dejó fuera de las 'joyas de pasar' que hoy custodia doña Letizia

S. RODRÍGUEZ

MADRID.

Viernes, 30 de octubre 2020, 01:54

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Una voz autorizada de Ansorena, la joyería por excelencia de la Casa Real española, dijo un día que las piezas que portan las mujeres de la Familia Real tienen un valor intangible, ya no solo por su ejecución, sino por el valor patrimonial histórico de la pieza. La joya por excelencia de Ansorena es la tiara Flor de Lis, un encargo de Alfonso XIII para su entonces prometida, la princesa Victoria Eugenia de Battenberg. Con esa pieza con la que doña Letizia se ha coronado ya en varias ocasiones, la nieta de la reina Victoria de Inglaterra se convirtió en Reina de España, en aquel aciago día en el que un atentado a punto estuvo de acabar con la vida de la pareja real.

Poco supersticiosa y muy amante de las joyas, la reina Victoria Eugenia hizo de la tiara Flor de Lis el símbolo indiscutible de la corona española. La usó una y mil veces. Es, de hecho, la pieza que encabeza la lista de 'joyas de pasar' que primero recibió de su mano María de las Mercedes, más tarde llegaron a doña Sofía y ahora custodia la Reina Letizia.

Tiaras, pendientes, pulseras y broches componen un tesoro en el que, por decisión de Ena -como se la conocía coloquialmente a la reina Victoria Eugenia-, no tuvieron cabida un buen puñado de grandes joyas que se repartieron sus herederos -tuvo cuatro hijos y dos hijas-. Algunas permanecen aún en la familia, otras muchas fueron vendidas a terceros y solo se sabe de ellas de vez en cuando, como en esta ocasión. Porque este 11 de noviembre, en Ginebra, Sotheby's subasta una de las piezas del joyero de la reina: un broche que, según los especialistas, podría alcanzar el precio de 120.000 euros. La pieza, que lleva la firma de Cartier -otra de las casas de joyería que hizo realidad los deseos de Victoria Eugenia durante su reinado-, es de estilo Art Decó, con «un zafiro de cabujón de 25,20 quilates, rodeado por diamantes de talla circular», especifica Sotheby's a la hora de presentar esta alhaja que se pone a la venta junto a otras piezas de alta joyería, algunas de las cuales, se cree, alcanzarán cifras astronómicas.

El valor tangible del broche de la reina Victoria Eugenia, que nació en el castillo de Balmoral en 1887 y falleció en el exilio en Lausana en 1969, ya se sabe que será superior a los 100.000 euros. El patrimonial es más complejo de calcular. Porque es una pieza histórica y con historia. Con ese broche en la solapa de un vestido azul marino reapareció la reina Victoria Eugenia en España tras casi cuatro décadas de exilio. Fue en febrero de 1968, con motivo del bautizo del entonces infante de España Felipe de Borbón, en el que ella ejerció como madrina. «Poca gente quiere tanto a España como yo, a pesar de que me recibieron con una bomba y me despidieron destronándome», dicen que dijo haciendo gala de su gran sentido del humor.

En su reencuentro con España, Victoria Eugenia fue recibida con los máximos honores. Se hospedó en el Palacio de Liria, propiedad de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, ahijada a su vez de la viuda de Alfonso XIII. Allí se organizó una recepción a la que se sumaron espontáneos que querían rendir pleitesía a la reina exiliada. Y fue ahí donde brilló el broche que ahora vuelve a ser noticia. No se sabe a ciencia cierta a qué manos fue a parar.

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