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El príncipe de Preslav junto a su novia, la británica Katharine Butler. Jaime Reina
Un físico famoso por su físico

Un físico famoso por su físico

Kyril de Bulgaria recibe en Palma el premio 'Mallorquín de Verano'. «Soy el hombre más fotografiado en bañador del mundo», cuenta

arantza furundarena

Martes, 6 de agosto 2019, 01:43

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Socarrón, culto, accesible y divertido, Kyril de Bulgaria gana mucho en las distancias cortas. Nada que ver con la imagen de correoso 'madelman' del windsurf que ofrece a menudo en las revistas del corazón cuando pasea su famosa 'tableta de chocolate' por la playa de Es Trenc... «Creo que soy el hombre más fotografiado en bañador del mundo. Igual hasta tendría que salir en el libro Guinness de los récords», bromeaba el viernes por la noche durante la fiesta en la que recibió el prestigioso premio 'Mallorquín de Verano', otorgado en el hotel Valparaíso de Palma. «Estoy feliz de recibirlo –confesó–. Porque adoro Mallorca».

Y Mallorca no podía haberle recibido de mejor manera... Con una espectacular puesta de sol que tiñó la Bahía de Palma de rosa, la inmensa terraza de la suite 702 del Valparaíso, donde se han alojado algunas de las 'celebrities' más rutilantes del mundo, se convirtió, redecorada por Utopic Desing, en un marco incomparable para el homenaje al príncipe de Preslav, que en la vida real no va de príncipe, es físico de carrera y trabaja a destajo en Londres en el mundo de las finanzas.

Kyril es el segundo hijo de Simeón de Bulgaria y de Margarita Gómez-Acebo. Y aunque ahora apenas ve a su primo Felipe VI, de jovencito veraneó en el palacio de Marivent. Luego se casó con la mallorquina Rosario Nadal (fija en las listas de las más elegantes) y en 1998 se compró una casa en Porreras, un pueblo del interior de la isla. Padres de tres hijos, se divorciaron en 2009, pero Kyril sigue fiel al verano balear. «Llevo una vida muy apartada; cuando no estoy haciendo bici por el campo, estoy haciendo windsurf», dijo al lado de su sonriente novia, la británica Katharine Butler, con la que lleva año y medio. «Nos presentó un amigo de la universidad y estoy encantado».

El príncipe de Preslav reconoce que, de cara a la opinión pública, ofrece dos imágenes opuestas. «Por un lado está Kyril de Bulgaria, que es ese tío que parece estar todo el día en bañador. Y por otra, Kyril Saxe-Coburg, que soy yo y que me paso el día en la oficina». Mientras en Bulgaria es portada de una prestigiosa revista científica en calidad de físico, en España es su físico, de perfilados abdominales, lo que le convierte en asiduo de las revistas del corazón. «No me paso el día en el gimnasio –aclara–. Pero voy al trabajo en bici y hago a diario abdominales en el baño turco». Poco partidario del Brexit («es muy pesadito»), Kyril confiesa que su título de príncipe implica una responsabilidad histórica, «pero no me da nada, tengo que ganarme la vida». Cuenta que sus hijos, pese a haber vivido siempre en Londres, se consideran mallorquines y hablan entre ellos «un español 'retro', aprendido de sus padres». Mafalda, la mayor, ya ha sacado su primer disco. «Lleva muy bien la fama porque ya está acostumbrada».

Kyril presidió una cena ofrecida por los chefs Carlos Botella y Carlos Serrano. Luego, Toni Ferrer, director del hotel Valparaíso, y el conocido relaciones públicas mallorquín Tommy Ferragut le entregaron el trofeo en forma de palmera de vidrio de Gordiola, así como el tradicional kit de mallorquinidad con productos exquisitos de la isla, como sobrasada, licores Moya, vinos de Pla i Llevant, Flor de Sal d'Es Trenc, etc. «Creo que se me está pasando el arroz para las fotos en bañador –bromeó el homenajeado–. Pero lo mismo me vengo arriba y de aquí me presento a Mister Universo, a mis 55 años».

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