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El presidente de EE UU posa con dos antiguas Miss Universo en una fiesta en Nueva York, en el año 2011. :: ZUMA
Más líos para Donald Trump

Más líos para Donald Trump

P. PEREA

Viernes, 11 de octubre 2019, 03:21

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Los periodistas Barry Levine y Monique El-Faizy son los últimos en sacarle los colores a Donald Trump a causa de su propensión aparentemente incorregible a extralimitarse con tal de grabar nuevas muescas en el cabecero de su cama. En 'Todas las mujeres del presidente: Donald Trump y la creación de un depredador', libro que acaba de ser editado en Estados Unidos, y a través de más de un centenar de entrevistas, construyen una detallada historia de las relaciones del actual inquilino de la Casa Blanca con las mujeres. Lo que emerge del reportaje es «el retrato de un depredador que se esconde detrás de su riqueza y poder institucional para acosar y abusar de mujeres», dicen.

Mientras el presidente estadounidense afronta las acusaciones públicas de dos docenas de mujeres, esta investigación revela otros 43 testimonios de presunto comportamiento inapropiado, incluyendo 26 casos de contacto sexual no deseado. En este extracto, Levine y El-Faizy investigan una supuesta serie de tocamientos que habrían precedido a su compromiso matrimonial con Melania Knauss. Y también recogen hechos poco conocidos de la relación del mandatario con la primera dama.

En 1998, el director teatral británico Sam Mendes transformó un viejo teatro de Broadway en el Kit Kat Club para una readaptación de 'Cabaret', el famoso musical. Fue en allí donde Donald Trump se topó con una morena impávida de 28 años y ojos azul acero, llamada Melania Knauss, que le llevaría al altar por tercera vez.

«Donald Trump era una criatura de hábitos, y la historia de cómo conoció a la modelo eslovena suena familiar», dicen los autores. Llevaba alrededor de un año separado de Maples cuando fue al Kit Kat Club, donde se celebraba una fiesta de Victoria's Secret. Según el propio Trump, esa noche le iban a presentar a otra modelo, pero Melania le cautivó. «Me volví loco -confesó al presentador Larry King años después-. Allí estaba esa gran supermodelo con la que se suponía me iba a encontrar, sentada al lado de Melania. 'Yo les dije: Olvidadla, ¿quén es esa de la izquierda?'. Era Melania». Después de charlar un rato, le pidió a la modelo eslovena su teléfono, pero ella se negó a dárselo y le pidió en cambio el de él. Quedó impresionada cuando le recitó todos sus números: el de la oficina, sus casas de verano... todos. Su cortejo empezó con unas cuantas cenas para dos en Nueva York. No pasó más de un mes antes de que ella volara en el jet privado a Mar-a-Lago, su en Palm Beach, Florida.

«Por supuesto, Melania no fue la única mujer en la vida de Trump en esa época», añaden los periodistas. «El empresario se veía además con dos modelos bien conocidas, Maureen Gallagher y Kara Young». También había otros hombres en la vida de Maureen, que nunca tuvo intención de establecerse con Trump, porque era incapaz de darle la clase de apoyo que él parecía necesitar. «Me decía: 'Me quieres, ¿no? ¿Estás enamorada de mí?'. Y yo pensaba: es un megalomaníaco. No sabía qué decir, en plan, me gusta follar contigo. Se lo dije directamente: solo quiero pasármelo bien», relató a los autores del libro.

Melania aprendió muy pronto, y por las malas, que Trump no había roto totalmente con Kara cuando empezó a salir con ella. «Un día llegó a casa y vio en una toalla del cuarto de baño restos de un maquillaje que no era el suyo. Melania se lo tomó muy mal. Después de una pelea terrible, la mandaron de vuelta en avión a Mar-a-Lago, con el pretexto de un problema de salud».

Ella finalmente perdonó a Trump, pero poco antes de comprometerse en matrimonio con Melania, él encadenó supuestamente una serie de tocamientos indeseados. Karen Johnson re revela en el libro como una de las víctimas.

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