La moda se viste de Asturias en Madrid

Era ayer el último día de la Madrid Fashion Week y el broche de oro a estos cinco días de moda lo pusieron dos asturianos. La firma Ángel Schlesser fue la penúltima en desfilar por la capital, con el ovetense Alfonso Pérez –conocido como 'el costurero ecléctico'– al frente, en calidad de director creativo. Los modelos que lucieron su ropa ejercieron como abanderados del minimalismo, la funcionalidad y la vanguardia, a través de prendas en las que el volumen y las estructuras arquitectónicas tuvieron el protagonismo.

En cuanto a los colores, el negro, el blanco y el azul marino fueron las estrellas de un desfile en el que se combinaron tejidos ligeros, como la gasa y el crepe, con otros más cálidos, como la lana, el cachemir y los fieltros. Incluso el cuero tuvo algo de presencia en esta línea, que mantuvo la filosofía de Schlesser, una firma cuyo idilio con Cibeles se remonta a 1984.

Mucha experiencia la suya y también la de la moscona María Lafuente, la última en exhibir sus propuestas en esta edición de la Fashion Week, que llegó a su fin en el Ateneo de Madrid. Allí salió a la luz 'Atman', una colección en la que la naturaleza está presente en cada pieza. De hecho, hasta las flores llamaron la atención del público, gracias a una elaboración artesanal de la Escuela de Hilanderas de León, con la asturiana Alba Rueda entre sus filas. Y, junto a estos complementos tan originales, las maniquís fueron mostrando todas las prendas, realizadas en beige, negro, nude, tierra, rojo e incluso rosa.

Esta amplia paleta de colores se manifestó además, a través de diferentes materiales como tencel de Textil Santanderina, tul, bordados, piedras y adornos. Pero no acabaron ahí sus propuestas, Lafuente fue más allá y también mostró complementos elaborados con una biomateria hecha a partir de cáscara de mejillón.

Lo suyo fue toda una mezcla de ecología e innovación –marca de la casa– que le sirvió para cerrar esta edición de la Fashion Week «con un mensaje de introspección y esperanza». 'Atman' se ganó un sonoro aplauso de todos los presentes, que aumentó su volumen, cuando Lafuente apareció por la pasarela, haciendo gala de esa manera de ser suya, tan extravagante y, a la vez, tan elegante.