«Cuento historias a través de la ropa»

El diseñador de vestuario Alberto Valcárcel (Avilés, 1970) tiene la capacidad de poner alma a las prendas. Juega con ellas y las convierte en personajes con vida propia dentro de cada uno de sus trabajos. Ahora está nominado al Goya al Mejor Diseño de Vestuario por 'Los renglones torcidos de Dios', una adaptación de Oriol Paulo de la novela de Torcuato Luca de Tena.

-¿Qué supone esta nominación?

-Estar por cuarta vez ahí es muy especial porque es verme varias veces entre los mejores. Es la mejor noticia que uno puede recibir, saber que estás entre los que más éxito están teniendo.

-¿Cuándo le llegó este proyecto?

-En el confinamiento fue el primer contacto que tuve con Oriol Paulo y, desde el primer momento, fue muy fácil y muy inspirador.

-¿Cuáles fueron sus primeros pensamientos al tener que trabajar con un título tan conocido de Torcuato Luca de Tena?

-Cuando trabajas con un personaje tan conocido como Alice Gould, tienes que leerte muy profundamente la novela, estudiar todas las anotaciones que tiene sobre la descripción del vestuario y aprendértelas todas de memoria. Incluso tienes que comentar con la gente cómo se la habían imaginado, para saber la idea que hay formada en la sociedad sobre ese personaje.

-¿Elegir una prenda u otra puede cambiar la imagen sobre el personaje del espectador?

-Sí, el vestuario es un diálogo entre el espectador y el diseñador de vestuario. Yo cuento historias a través de la ropa, así que mi misión es buscar la forma de expresarse de cada uno.

-La ropa representa la personalidad, ¿se estudia a cada personaje?

-Me los estudio uno por uno porque el diseñador de vestuario es como si fuera un actor que interpreta todos los personajes. Hay que hacerlo sin juzgarlos y hay que ver cómo se venden a la gente, analizarlos e ir buscando todas las cosas que tengan que ver con su parte humana y con su aspecto.

-¿Quién fue más difícil de vestir?

-Alice Gould porque maneja muy bien el lenguaje del vestuario. Ella es una mujer de la alta sociedad y sabe lo que significa la ropa que se pone. En el psiquiátrico le preguntan qué es lo que más odia de sí misma y dice que verse así vestida. Se describe a sí misma con un fin concreto.

-¿Fue difícil descubrir las vestimentas que utilizaban en los psiquiátricos en aquellos años de la película?

-Esa fue una de las cosas más complicadas porque las instituciones psiquiátricas siempre han estado envueltas en el secretismo, en lo que no queremos ver. No hay muchos documentos y los que hay son relativos a los pacientes, no a los trabajadores del centro. A través de la web Psiquifotos, me puse en contacto con el psiquiatra que la lleva y él fue muy generoso y me puso sobre la pista de las imágenes en movimiento que hay relativas a este tema. Me costó mucho encontrarlas porque estaban ya descatalogadas.

-¿Tiene esperanzas de ganar el Goya?

-Eso ya no depende de mí. Yo hago las películas como mejor sé y como mejor puedo, dentro de las posibilidades, recursos y del tiempo que tengo. Todo lo que pase será un regalo, pero estar destacado ya es un premio enorme.