Protagonismo 'de pasar'

La Reina da poco a poco cancha a sus hijas, que acaparan flashes y elogios mientras se van convirtiendo en dos mujeres de paso firme

MARIA DE ÁLVARO

Domingo, 30 de octubre 2022, 01:54

Se llaman 'joyas de pasar' a esas piezas únicas que las reinas lucen pero no poseen : tiaras fabulosas, perlas encadenadas en mil vueltas, brillantes pesados como las hipotecas que vienen... los magníficos chatones de la Reina Victoria Eugenia que doña Letizia suele lucir en el Campoamor y que este año cambió por unos pendientes largos. Las joyas se pasan porque son tradición, son herencia y son símbolos. Y como las joyas también se pasa el protagonismo. Poco a poco lo va haciendo Letizia con sus hijas. La Princesa y la Infanta acaparan flashes y elogios al tiempo que se convierten en mujeres adultas, caminan cada vez con paso más firme y se afianzan en sus gustos. O sea, lo mismo que cualquier joven de su edad. O parecido. Tal vez por eso la Reina trajo este año a Asturias una maleta sobria y sin grandes riesgos, en la que no se salió de los siempre seguros negro y blanco ni para la accidentada visita a Cadavedo con pantalón, jersey fino de punto y poncho. Hubo si acaso una pequeña salvedad, la del vestido de Teresa Helbig de escote halter del jueves, que dejó al aire su trabajada y comentadísima espalda. Fue el elegido para el espectáculo flamenco en el Auditorio y la única concesión al protagonismo del viaje.

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Ese mismo día doña Leonor, de Carolina Herrera, se vistió con traje sastre, ropa de trabajo por excelencia, tal vez a modo de declaración de intenciones, y lo hizo en uno de sus colores favoritos: el rosa fucsia, que además de sentarle muy bien tiene poco de discreto. Se sabe protagonista y lo asume con naturalidad. Repitió tono en el Pueblo Ejemplar, aunque fuese por un rato. Y fiel ya a su estilo a pesar de sus apenas quince años, Sofía optó por la minifalda con un vestido anudado en verde.

La Princesa no dejó el traje de chaqueta en las recepciones matinales del Reconquista del viernes, con un Hugo Boss jaspeado, esta vez con falda corta; ni doña Sofía su apuesta por la orginalidad, con un vestido marcadamente asimétrico. Y doña Letizia subrayó la mentada discreción con un vestido de cuello alto, manga larga y largo midi de Cherubina que no estrenó para la ocasión.

Ya en la tarde noche, para el momento de la verdad doña Letizia siguió sobria y en blanco y negro, esta vez de Carolina Herrera. Las lentejuelas las dejó para las niñas: la Infanta Sofía más discreta con un vestido de idéntico corte al del día anterior y la Princesa Leonor marcando paso, fuerza y tendencia. Fue la única que se atrevió con el estampado, firmado por Michael Kors, puede que para dejar sentado que lo suyo ya no es el futuro, sino puro presente.

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