El padre Ángel bendice a los asturianos desde San Antón
El fundador de la ONG Mensajeros de la Paz entregó 69 teléfonos móviles a los más desfavorecidos
A. RANERA
GIJÓN.
Miércoles, 30 de diciembre 2020, 03:12
La Navidad da rienda suelta a la solidaridad, aunque, realmente, esa característica es habitual en la iglesia madrileña de San Antón. En ese templo de la calle Hortaleza, el padre Ángel hace la vida más fácil a los más desfavorecidos y más este año en el que las circunstancias se cebaron con los más vulnerables. Ayer, el fundador de Mensajeros de la Paz regaló 69 teléfonos móviles a personas sin recursos.
Durante el acto de entrega, aprovechó el sacerdote para lanzar una bendición a los asturianos con la ilusión de que este año que entra, nos traiga «salud, dinero y amor» y unas cuantas alegrías, que hacen bastante falta, y eso que «ya se empieza a ver la luz» al final de este túnel en el que nos adentramos ya en marzo.
Tras desear sus mejores deseos para nuestra región, el padre Ángel reivindicó la necesidad de la sociedad de tener acceso a los teléfonos móviles. Tan importante lo considera que ya es el tercer año consecutivo que lleva a cabo estas donaciones. «Mantener el contacto entre las personas ha sido especialmente difícil este 2020 y somos muchos los que tenemos que agradecer a las empresas de telefonía móvil que hoy podamos estar cerca de las personas queridas», señaló. «Para la gente sin recursos, poder mantener ese hilo vital de conexión con la sociedad es fundamental para favorecer su futuro y no separarlos aún más, de nuestra sociedad», añadió.
También acudió a la entrega el Project Manager de TCL, Antonio Toscano, para quien era «un honor» participar en esta iniciativa. «Hemos facilitado más de sesenta smartphones Alcatel que ayudarán a las familias a mantenerse en contacto con sus seres queridos en unas fechas tan destacadas», indicó.
Por su parte, Cipri Quintas, impulsor de la filosofía #ComparteLoBueno, señaló de esta acción su cariño altruista. «Hoy una empresa dona solidaridad desde el corazón de sus profesionales, para que personas sin recursos estén un poco más cerca de su integración al mundo social y laboral», destacó. «Estos terminales darán la oportunidad a estas personas de buscar un trabajo, integrarse nuevamente a la sociedad y poder salir de las calles», añadía.
Con este gesto que facilitará la vida a tantas personas, acaba, otro año, el padre Ángel haciendo de la parroquia de San Antón un lugar donde las cargas siempre se aligeran. Haciendo donaciones, resguardando del frío y regalando ilusión, en la calle Hortaleza la vida cambia el ritmo.