Una pasarela «de altura» en Oviedo
Xx Los diseños, la música, y la danza se fusionan en un Campoamor lleno de amantes de la moda
SANDRA S. FERRERÍA
Domingo, 18 de noviembre 2018, 05:43
La fluidez y el colorido son los rasgos que mejor definen la Pasarela Campoamor 2018, que se celebró en la tarde de ayer en el coliseo ovetense. Nelsy Chelala, Daniel Rabaneda para Ángel Schlesser, Juan Carlos Mesa, los alumnos de ESNE y Victorio&Lucchino arrancaron los aplausos de un público, en su mayoría femenino, con sus colecciones para primavera/verano 2019.
Y si los asistentes querían trasladarse al periodo estival, con la colección de Victorio&Lucchino lo tuvieron fácil. Fueron los últimos en salir a las tablas del Campoamor con más de treinta diseños diferentes. Fluidez, volantes, mezclas de colores imposibles, chaquetas toreras, estampados de flores y sombreros de paja hicieron las delicias de todos los asistentes. Habían prometido color, y lo cumplieron. Rosas, amarillos, naranjas y verdes predominaron en su presentación.
Abrigos de piel de colores llamativos fueron la apuesta de la diseñadora canaria Nelsy Chelala, considerada una de las mejores peleteras de España. La diseñadora mostró abrigos de todos los cortes así como estolas. Además de los colores, Chelala apostó por el 'animal print', tendencia ya de este invierno. También por los chubasqueros transparentes con abrigos de pelo por debajo. Sus chaquetones con capucha y los abrigos 'oversize' hicieron que los móviles ardiesen sacando fotografías.
Tras ella fue el turno del joven Daniel Rabaneda, actual director creativo de la firma Ángel Schlesser. El diseñador, descendiente de Paco Rabanne, presentó una colección basada en tonos neutros, trajes masculinos con bermudas y vestidos 'midi' con aberturas infinitas. Las veintiséis modelos usaron tacones bajos y anchos para cruzar la pasarela del Teatro Campoamor con la compañía de la soprano Beatriz Díaz. Los 'total look' blancos y las capas superpuestas fueron la jugada del joven diseñador.
Los alumnos del ESNE dejaron a más de uno con la boca abierta, y no fue para menos. Distintos volúmenes y una primera colección, 'Op Art', llena de blancos y negros fueron el deseo del público. Esta propuesta se basó en las rayas, en el uso del tul y en los vestidos con colas eternas. Especial fue el vestido que llevó una modelo descalza cuya falda se componía de infinitas capas de tul negras y blancas. Además de 'Op Art', las jóvenes promesas de la moda presentaron las colecciones 'Diaghilev', llena de plumas y colores, y 'Jacob', claramente inspirada en el libro 'El cuento de la criada', de Margaret Atwood.
Las veintisiete modelos que desfilaron para Juan Carlos Mesa llevaron prendas fluidas, maxi-camisas en colores vivos, vestidos con capas y también con bajos asimétricos. Mesa arrancó los aplausos de un teatro abarrotado, tanto por su colección como por las voces del Coro Fundación Princesa y la danza de dos bailarines del Ballet Nacional de España que la acompañaban.
En el abarrotado teatro hubo lugar para la moda, la música en directo, las voces de la soprano Beatriz Díaz y del Coro Princesa de Asturias y para su fusión con las creaciones de todos los diseñadores. «Ha sido una pasarela de altura. Si hubiera que poner alguna pega, sería que las actuaciones musicales entre desfiles quizás fueron un poco largas», comentaban a la salida de un evento «que ha venido para quedarse», tal y como prometió su directora, Graciela Suárez Viñuela.