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HUMOR. Los personajes de la versión infantil de 'Carmen', ayer en los Jardines de la Reina. / LUIS SEVILLA
Carmen de calle
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Carmen de calle

¿A ver la ballena! se estrena en los Jardines de la Reina con una divertida adaptación para niños de la famosa obra de Merimée

DANIEL BUSTO

Miércoles, 18 de julio 2007, 03:38

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n o es la Scala de Milán, ni siquiera tiene patio butacas, pero allí está Carmen, la cigarrera más famosa, la mujer mala de Merimée. Está en los Jardines de la Reina y el público, por el suelo. Porque así recibieron ayer los más pequeños el estreno de A ver la ballena, el programa que llevará música y teatro al puerto deportivo durante todo el verano. Y así recibieron a la compañía Azar Teatro y su particular versión, 'Spanish Blood. Sangría', sentados en el suelo y entre aplausos.

Con Carmen se presentó en escena Micaela, las dos morenas que en la obra traen de cabeza al rico Don José y que están en esta versión están representadas por dos hombretones de anchas espaldas. Con la ley antitabaco y por precaución ante la gran afluencia de público infantil, las dos cigarreras no encienden un solo pitillo, pero juguetean todo el tiempo con un puro enorme que pasa de boca en boca con suma facilidad, situación que causa más sorpresa a los abuelos que a los nietos.

Carmen y Micaela están condenadas a no entenderse, ni en el original, convertido en ópera por Bizet, ni en esta pieza de Javier Esteban Lamarca. Por eso se retan, se miran de reojo, cada una intenta patinar con más elegancia que su rival, pero tropiezan, chocan y ya saltan las chispas. Como Don José duda a cual de ellas entregar su amor (ciertamente, cualquier hombre dudaría), la tensión entre las dos va en aumento hasta que se enfrentan en un duelo de abanicos a cámara lenta.

Finalmente, el caballero se gana el corazón de Carmen y, juntos, como no podía ser de otra manera en espectáculo tan castizo se van a los toros. Es ahí donde aparece el torero Escamillo, la viva imagen en persona del macho ibérico, que incluso se atreve a torear con los ojos vendados y que encandila con su valentía a Carmen.

Los niños gritan cada vez que el toro arremete y estallan con la cogida final y más aún cuando Don José y Carmen se encuentran en pleno ruedo y él, celoso, la mata. Pero la risa no cesa y el humor, mucho menos. Y no cesará hoy tampoco. Esta tarde, a partir de las ocho menos cuarto, A ver la ballena vuelve. El turno será para los títeres y la obra 'Pequeñeces'.

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