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CRÍTICA DE TV

Channel

JOSÉ JAVIER ESPARZA

Martes, 24 de julio 2007, 03:02

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LA 'parrilla' de Cuatro ha experimentado también descalabros que no es posible callar. El más fuerte de todos es tal vez, por la expectativas frustradas, 'Channel nº 4', el magacín de tarde que presentan Boris Izaguirre y Ana G. Siñeriz. Este programa se ha convertido en un verdadero lastre para la franja de tarde de la cadena, porque tira hacia debajo de todo lo demás.

'Channel nº 4' había nacido con la presuntuosa aspiración de ser «algo distinto y nuevo» en el corralillo cotilla de la tarde; ha terminado haciendo lo mismo que sus rivales, pero con menos eficacia, y los resultados son los que son. Ahora, de momento, tenemos un sustituto de verano que se llama 'Channel Fresh' y que, al parecer, va a servir de 'banco de pruebas' para ciertas innovaciones. Lo último que se les ha ocurrido es introducir una tertulia de embarazadas. Tiene gracia: la figura de la mujer embarazada, en otro tiempo respetadísima, llevaba unos cuantos años siendo sistemáticamente ridiculizada en España por la «opinión progresista»; pero ha bastado que Zapatero anuncie una derrama universal para las parturientas, y he aquí que ahora la preñez se pone de moda. Bueno, no hay mal que por bien no venga.

Por otro lado, eso de las tertulias de embarazadas es un recurso de lo más naturalista, más aún, puro realismo social. Que las mujeres relaten sus embarazos es un rito imprescindible de la vida social, así en España como en el extranjero. Este rito ha venido teniendo hasta hace poco un gemelo masculino que consistía en que los hombres nos pusiéramos a contar nuestra mili.

Todo español de cierta edad podrá acreditar lo que digo: en cualquier reunión social, y a partir de un cierto grado de intimidad -y tedio-, ellas rompen a hablar de sus embarazos y ellos de sus milis. Eso siempre ha facilitado la convivencia, y es una lástima que se esté perdiendo. Se está perdiendo porque los españoles ya no hacen la mili y las españolas cada vez paren menos, así que me pregunto: ¿De qué hablará la gente ahora? «No hablamos -me contestaba el otro día un hada veinteañera-; por eso ponen la música tan alta en todas partes». Es una explicación, desde luego.

Junto a eso de las embarazadas, Cuatro anuncia también innovaciones en sus 'tertulianos'; por ejemplo, la escritora Espido Freire. Es una jugada arriesgada: la experiencia demuestra que meter escritores en el gallinero no sirve para alfabetizar a las gallinas, sino para 'gallinizar' a los escritores.

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