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EN GIJÓN. José Luis Jorcano posa con la torre de la Universidad Laboral al fondo. / PIÑA
«En el siglo XXI no deberían mezclarse religión y ciencia»
JOSÉ LUIS JORCANO. CIENTÍFICO

«En el siglo XXI no deberían mezclarse religión y ciencia»

«Los políticos tendrían que contar con asesores que les informen de cómo está progresando la ciencia», asegura el investigador gijonés que dirige Genoma España

RACHEL A. SAN JUAN

Miércoles, 25 de julio 2007, 10:23

Tiene en su haber una de las investigaciones más importantes y revolucionarias de los últimos tiempos: cultivar piel in vitro, técnica que se ha aplicado experimentalmente en el trasplante de piel en grandes quemados. José Luis Jorcano, gijonés de 58 años, responsable del programa de ingeniería de tejidos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), es a su vez director general de Genoma España, Fundación para el Desarrollo de la investigación en Genómica y Proteómica. Estudió física, pero pronto se dio cuenta de que lo suyo era la biología molecular. Su innata curiosidad por los resultados tangibles le llevó en la década de los ochenta a interesarse por el estudio de la piel.

-¿Por qué la piel?

-Fundamentalmente por sus propiedades. Es el órgano más grande del cuerpo humano, el que nos defiende de los peligros que nos acechan en el medio ambiente. Antes de la década de los ochenta, la ciencia había dado tímidos pasos en este campo, apenas sabíamos cómo funcionaba, cómo reaccionaba. Afortunadamente, esto ha cambiado en los últimos quince años. Además, la piel, por ser un órgano externo, tiene una ventaja: la observación directa y prácticamente inmediata de los resultados.

- Junto con Álvaro Meana, su equipo ha dado un salto vertiginoso en este campo mediante el cultivo in vitro de piel. ¿Qué ventajas tiene este método?

- Cuando alguien pierde el 60% de la superficie de la piel es muy difícil recuperarla mediante técnicas clásicas. Las ventajas de nuestro método es que a partir de una biopsia muy pequeña, en tres semanas somos capaces de generar el equivalente a la superficie corporal de la piel. Podemos realizar trasplantes de grandes superficies de piel.

- La ética y la religión en determinadas ocasiones coartan investigaciones, como en el caso de las células madre. ¿Cree que el mundo científico está sobredimensionado?

- En el siglo XXI no deberíamos mezclar religión y ciencia. Los científicos estamos sometidos a muchos controles, por otra parte justos y necesarios. No somos unos locos recluidos en laboratorios sin ningún tipo de responsabilidad ni control. Científicos y medios de comunicación tendríamos que ser capaces de informar a la sociedad de los avances, de las consecuencias, de las ventajas y desventajas de las investigaciones. Sería la única manera de acabar con las polémicas y los miedos que a veces se generan sin fundamento. Vivimos en países democráticos donde la población, una vez bien informada, sería la encargada de decidir lo que se hace o lo que no se hace, pero tiene que saber las consecuencias de la decisión que está tomando.

-¿No es un poco arriesgado dejar en manos de la sociedad decisiones de esta índole?

- Para nada. También es cierto que los políticos deberían contar con equipos de asesores científicos que les informaran correctamente de cómo está progresando la ciencia, de cuáles son los temas punteros con el fin de que legislen conforme a esos avances. La educación y la información son la base de sociedades avanzadas y maduras.

-Desde Genoma España ustedes impulsan la creación de un tejido empresarial científico que permita a la ciencia generar beneficios. Aún así, en nuestro país se investiga mucho, pero se invierte poco. ¿Qué haría falta para cambiar esto?

- En los últimos años, con el Plan Ingenio 2010, se ha dado un salto cuantitativo en la investigación, pero todavía estamos lejos de la media europea. El problema es que el conocimiento generado no lo convertimos en valor económico, en valor social. Es decir, no se continúa en forma de patentes, en forma de desarrollos empresariales. Una situación totalmente opuesta a la nuestra la encontramos en Estados Unidos, donde el conocimiento siempre tiene su parcela comercial.

-Sin embargo, usted afirma que la biotecnología será en un futuro más o menos inmediato uno de los principales motores de la economía de España.

-La biotecnología afecta a la economía, a la salud humana, a la energía, al medio ambiente ... Su impacto económico se verá cuando estos sectores se den cuenta de que este campo les ofrece la posibilidad de hacer cosas que antes no podían.

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