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PRESENTE. Marino Lejarreta recuerda con añoranza sus años de profesional. / BELÉN IBARROLA
El conquistador de los Lagos
Ciclismo

El conquistador de los Lagos

Lejarreta fue el primer vencedor de la mítica etapa de la Vuelta a España en 1983. Ahora, 24 años después, rememora aquella hazaña y da pistas a quien quiera seguir su estela

ALBERTO HUERGA

Domingo, 26 de agosto 2007, 03:30

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Demarra Marino Lejarreta (14 de mayo de 1957, Bérriz, Vizcaya) en una etapa llana. Al día siguiente llega la primera etapa de montaña. «¿No echará en falta esas fuerzas para mañana?», le preguntan tras cruzar la meta. La contestación no se hizo esperar: «¿Mañana? Queda toda la noche para descansar». Mentalidad ganadora, prudente, pero con carácter batallador. «No sé si lo dije, pero lo comparto», responde hoy. Y así coronó los Lagos de Covadonga. Fue el conquistador de la cima asturiana en 1983, cuando la Vuelta a España todavía se celebraba en mayo.

«En los Lagos tienes que atacar desde abajo. La Huesera es la zona más dura y ahí se ve quién va y quién se acabará quedando. Lo que pasa es que desde abajo a meta hay mucho camino y da un poco de miedo irte y que te puedan pillar llegando», cuenta para quien quiera escuchar. En diez días, el pelotón afrontará rampas y ascenderá en busca de la gloria. La Vuelta a España, que parte el próximo sábado de Vigo, regresa a los Lagos. Lo hace en la cuarta etapa. Se vuelve a la cumbre de Marino. Aquel día de estreno no se lo pensó, atacó, se fue «haciendo camino poco a poco» y entró vencedor con ese aire desgarbado y llevando tras de sí a todos los vascos que siempre le han visto como un héroe y le han vitoreado. Se hizo con un hueco en los corazones de los amantes del ciclismo.

En la cola del pelotón

Ni ganó cinco Tours, ni venció en el Giro y tampoco es el rey de la Vuelta a España. En 1982, tres años después de su paso a profesionales, logró su única ronda grande. Fue en una Vuelta a España en la que Ángel Arroyo fue descalificado por positivo y el del Reynolds acusó a Marino, que finalizó segundo, de ganar por causas políticas, aduciendo que el médico que le practicó el análisis también era vasco. Un año después triunfó en los Lagos, pero no pudo subirse a lo más alto del podio en Madrid. «Aquel abanico fue un ataque directo a mí». Su manera de correr también era una de sus mejores características. Siempre iba a cola de pelotón. Siempre cerraba el grupo, pero cuando la carretera se empinaba, ahí iba el 'Junco de Bérriz'.

Y fue lo que hizo en los Lagos. «Todo el puerto es fuerte, me gusta», explica un Marino Lejarreta que se ha alejado del ciclismo, pero sigue cerca de él. No en vano, por las mañanas suele salir en bici y en esta Vuelta a España estará en alguna etapa. «Quiero ir a los Lagos y a Reinosa». ¿A los Lagos? «Sí, no sé si podré subir, pero a ver cómo me arreglo». No será por el peso, porque sigue casi igual que cuando corría, pero la Aste Nagusia (Semana Grande) de Bilbao le puede haber dejado un poco 'tocado', bromea. Pero el vizcaíno quiere estar en Asturias: «Entre vascos y asturianos hay un feeling especial. No sé, me siento cómodo ahí, igual es porque los dos tenemos sidra». Lo dice con una sonrisa que suele ser complicado arrancarle, pero Asturias le tira.

Aquí ganó su primera etapa como profesional en la Vuelta a Asturias, fue el primero en inscribir su nombre en los Lagos, tiene una peña en Olloniego y en la Subida a La Manzaneda hay una escultura suya encima de la bicicleta y con un maillot amarillo.

Tampoco es de los que comparta la opinión de colocar los Lagos tan pronto en el recorrido, pero su carácter de ciclista le hace buscar un punto optimista: «Eso significará que los favoritos no tendrán tanta presión en la primera semana y ya se sabrá quién va a estar ahí peleando y quién no». Sería perfecto para él, al que no le gustaba ir en mitad de pelotón. Cualquier enganchón te puede llevar al suelo y dar al traste con las opciones de triunfo. Y de eso, de triunfos, Marino Lejarreta sabe un rato.

Lo ha corrido todo, no se ha especializado en una única carrera, pero el ciclismo ha cambiado mucho y Marino echa de menos que «pase algo como lo que ocurre en Italia, que los italianos anteponen el Giro a todo. Ahora todos los ciclistas tienen en mente el Tour de Francia e igual algunos deberían cambiarlo. Afrontan la Vuelta como un reto, pero sólo si fallan en Francia».

Samuel Sánchez es uno de esos ciclistas que vive de espaldas al Tour de Francia y el año pasado no le fue nada mal metiéndose entre los diez primeros de la clasificación UCI ProTour: «Creo que el año pasado no fue a la Vuelta con la intención de ganarla, sino que buscaba etapas. Esperemos que este año sí lo haga, porque sería uno más peleando arriba y cuantos más haya, mejor».

Evans, Sastre, Pereiro La lista de aspirantes al triunfo del de Bérriz es similar a la de todos los demás, pero él sabe de lo que habla, aunque «no lo sigo muy a fondo. Un poco lo que leo, pero nada más». Ahora prefiere coger la bicicleta y hacerse unos kilómetros para desentumecer unas piernas que ya llevan muchos encima. Y es que desde que siguiera la estela de sus hermanos Ismael y Néstor (son gemelos) ha pasado mucho tiempo. Ellos andaban en bici y como en casa sobraba una pues nació una estrella, el primero en inscribir su nombre en los Lagos y que el martes 5 de setiembre revivirá aquel hito, sobre la bicicleta, como siempre.

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