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OLAYA SUÁREZ
Martes, 4 de septiembre 2007, 09:44
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Entraron al Banesto de la calle Corrida forzando una puerta y se fueron con las manos vacías. Es el segundo atraco que sufre la entidad en nueve meses, después de que el 14 de noviembre dos atracadores se apoderasen de 12.000 euros a mano armada. En esta ocasión, los ladrones vieron sus planes truncados y, según fuentes de la oficina bancaria, no se llevaron botín alguno al forzar las cajas de seguridad, vacías puesto que el banco ya no presta este servicio.
Los empleados de la entidad bancaria se percataron de lo sucedido este fin de semana poco después de abrir el negocio a primera hora de la mañana de ayer, tras dos jornadas festivas. Según explicó el Cuerpo Nacional de Policía, los autores del fallido robo forzaron con una palanqueta la puerta del portal de un edificio anexo a la entidad, que en la actualidad se encuentra deshabitado, y posteriormente accedieron a la oficina bancaria violentando otra puerta que comunica con el descansillo de la escalera de dicho inmueble.
Una vez en el interior, se dirigieron al sótano, donde se encuentran instaladas las cajas de seguridad que ya no son utilizadas, pero que permanecen instaladas. Los autores forzaron cuatro piezas y al comprobar que no había nada dentro abandonaron el robo y salieron a la calle por el mismo lugar por el que momentos antes habían entrado.
Madrugada
Se desconoce en qué momento se produjeron los hechos, aunque todo apunta a que tuvieron lugar de madrugada, cuando la concurrida calle Corrida pierde la mayor parte de su actividad. Nadie oyó ni vio nada. No sonó la alarma ni se puso en marcha ningún dispositivo de seguridad. El primer aviso en la Comisaría de la Policía se recibió en la mañana de ayer, cuando los empleados regresaron a sus puestos de trabajo y comprobaron que el banco había sido objeto de un robo. En un primer momento no se sabía que había sido un intento frustrado.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se trasladaron al lugar para tomar huellas y estudiar el escenario. A media mañana, los responsables de la oficina de Banesto se personaron en la Comisaría para presentar la correspondiente denuncia. Tras realizar las primeras comprobaciones, los trabajadores determinaron que los ladrones no se habían llevado cantidad alguna de dinero o efectos, ya que habían forzado unas cajas de seguridad que se encontraban inoperativas.
«Nos enteramos de lo que había pasado cuando vinimos por la mañana a trabajar y fue un susto porque en noviembre nos atracaron con una pistola», relató a EL COMERCIO una trabajadora de la oficina. La sucursal bancaria mantuvo sus puertas cerradas durante toda la jornada mientras se realizaban los arqueos y las comprobaciones.
Banda organizada
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que los autores del robo pueden ser miembros de una banda organizada que no tiene presencia estable en la ciudad, sino que se traslada de una comunidad a otra para efectuar sus acciones.
«Los robos con fuerza en entidades bancarias son una tipología delictiva que tiene escasa incidencia en Asturias. En lo que va de año no se había producido un episodio similar en la ciudad, por lo que se sospecha que puede tratarse de personas foráneas, con escasa infraestructura en el Principado», señalaron ayer fuentes policiales. El que no haya testigos de lo sucedido dificulta aun más el esclarecimiento de los hechos.
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