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MANUEL ALCÁNTARA

Se garantizan muertos

PPLL

Viernes, 14 de septiembre 2007, 03:17

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NO es extraño que el presidente Bush haya perdido la confianza de millones de compatriotas: lo raro es que la ganara. Ahora, después de dos turbulentas jornadas en el Congreso, donde unos se tuvieron que tragar sus palabras y otros se tuvieron que tragar el chicle que mascaban impetuosamente, los demócratas denunciaron que con la reducción de tropas en Irak la Casa Blanca garantiza diez años más de guerra. Los conflictos bélicos, cuando salen buenos, son de gran duración.

El plan del general David Petraeus, al que nadie ha considerado hasta ahora un digno suplente de Alejandro Magno o de Napoleón, consiste en dejar 130.000 soldados en el teatro de operaciones iraquí. Bastantes actores para interpretar el drama que se lleva representando desde hace cuatro años. Todo empezó con la mentira de las armas de destrucción masiva. Los detectives que escudriñaron incluso el subsuelo sólo encontraron alfanjes oxidados, los que empleaba el sátrapa Sadam. La excusa fue válida. ¿Quién para lo que nunca debió comenzar? Por lo menos nadie va a intentarlo hasta que Bush cumpla su segundo mandato, en enero de 2009. ¿Cuántos héroes serán condecorados y cuántas tumbas habrá que cavar? Cuando se firme la paz conoceremos las cifras exactas de muertos. Una cantidad enorme, más uno: la del soldado desconocido.

Las colectividades debieran poner más cuidado en la elección de sus guías. Un mal presidente es un castigo de los dioses. Unos, como el ex de Filipinas, Joseph Estrada, es un corrupto. Otro, como el primer ministro japonés Shinzo Abe, es más corrupto todavía. Y otros no tienen el menor escrúpulo para presenciar cómo se corrompen bajo la tierra los cuerpos de unos muchachos jóvenes que salieron de su patria para enfrentarse con quienes defendían la suya.

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