Se hizo notar

EMPEZÓ bien su labor el colegiado valenciano Mateu Lahoz, dejando jugar y llamando la atención a los jugadores que simulaban caídas. Poco a poco fue poniendo el listón muy alto y dejando sin castigar jugadas punibles, que podían cambiar el resultado del encuentro,

En la primera mitad, estuvo más preocupado del banquillo rojiblanco que del propio juego. Le reclamaron dos jugadas en el área local. En el minuto 13, un supuesto derribo de Nagore sobre Kike Mateo, en el que acierta, pues no existe penalti. Sin embargo, en el 23, se equivoca, pues Barral es derribado por el guardameta Jacobo, que llega tarde y contacta en la pierna derecha del jugador gaditano. Lo que aumentar su error es la amarilla a Barral por simular la caída.

El Numancia tuvo también su jugada polémica y fue en un centro de Brit que golpeó en la mano de Gerard, pero de forma involuntaria y con ella pegada al cuerpo. El árbitro, bien colocado, mandó seguir la jugada con buen criterio. La segunda mitad fue mucho más tranquila en cuanto a jugadas polémicas, lo que le permitió estar más asentado y pasar desapercibido. No sin antes del final volver a adquirir protagonismo al señalizar un ligero toque en la espalda de Bolo por parte de Gerard y pitar penalti a favor del equipo soriano.