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NACHO PRIETO
Miércoles, 17 de octubre 2007, 03:09
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La temporada prorrogada de extracción de ocle por el método de arranque concluyó el pasado día 15 con un balance que la responsable de algas del Centro de Experimentación Pesquera de Gijón, Eva María Llera, calificó como «floja», tanto porque el mal estado de la mar impidió faenar durante muchos días hábiles como por el retraso en el desarrollo de las algas, debido también a fenómenos meteorológicos desfavorables, en ese caso durante la primavera, que es cuando las algas experimentan mayor crecimiento.
La prórroga durante quince días de la campaña (inicialmente programada del uno de julio al 30 de setiembre, y luego extendida hasta el 15 de octubre) no sirvió para alterar los resultados poco satisfactorios que se auguraban a mitad de temporada. De hecho, sólo uno de los 14 barcos que obtuvieron licencia para arrancar ocle permaneció activo durante los últimos quince días. La mayoría tuvieron que suspender la actividad el 30 de setiembre, como estaba previsto, por terminar en esa fecha el compromiso alcanzado con los buzos.
Causas
Dos fueron las circunstancias apuntadas por Eva María Llera, ambas de índole meteorológica, como causa de la escasez de descargas. Por una parte, el estado de la mar durante los tres meses de la temporada habitual impidió faenar gran parte de los días, cosa que propició el establecimiento de la prórroga sin modificar los cupos de extracción. Por otra, la escasa insolación durante la primavera, con menos luz de la habitual, ocasionó un retraso en el desarrollo de las algas, de forma que había que arrancar más ejemplares para obtener la misma cantidad en peso, que es lo importante a efectos de facturación.
El caso es que las 14 embarcaciones participantes este año en la temporada del ocle, ya sea en su totalidad o en parte, consiguieron extraer un total de 1.314.785 kilos de peso en húmedo, lo que supone el 52,6 % del total autorizado.
La lancha que mejores resultados consiguió obtuvo 166.403 kilos, mientras que la registró menos descargas logró 14.489 kilos, eso sí, que abandonó la campaña pocos días después de comenzarla.
En otro orden de cosas, el campo de Luanco, que tenía un cupo de extracción de 900 toneladas, fue el más explotado, ya que produjo más de 650.000 kilos, la mitad del total de Asturias. El puerto preferido, sin embargo, para efectuar las descargas y el pesaje, fue el de Gijón, con 1.193.704 kilos de ocle desembarcado. A gran distancia, Candás acogió la descarga de 118.691 kilos y Luanco los 2.390 kilos restantes. El mes más fructífero fue el de julio, con 596.539 kilos extraídos.
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