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PASADO. Chechu Rubiera, durante una contrarreloj con su antiguo equipo, el Discovery Channel. / AFP
La rueda de Chechu no se frena
Ciclismo

La rueda de Chechu no se frena

El corredor gijonés ficha por un año con el conjunto Astaná, aunque su presencia está condicionada a que el equipo kazajo consiga una licencia Pro Tour

JAVIER BARRIO

Sábado, 17 de noviembre 2007, 02:19

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«Tengo que llamar a Amstrong para mostrarle mi agradecimiento porque él presionó un poco para que Johan no se olvidase de mí». La relación más rentable que se ha forjado en las cumbres del Tour sigue viva. Ninguno se olvida del otro. Lance y Chechu. El norteamericano aportó su granito de arena para que Rubiera pueda continuar un año más devorando asfalto, aunque tampoco tuvo la necesidad de insistir. Con un breve intercambio de palabras, Bruyneel y Amstrong se encontraron. La sintonía era la misma. El punto de partida también. Chechu Rubiera debía seguir subido a su bicicleta.

El gijonés alcanzó ayer un acuerdo con Astaná -equipo que dirige el belga Johan Bruyneel- para seguir vinculado al ciclismo profesional durante una temporada más, y adelantó que el próximo año se despedirá de forma definitiva de la competición. No obstante, la confirmación del contrato está pendiente de que su nuevo equipo reciba la licencia Pro Tour. En esa línea, el gijonés reconocía ayer que «es un gran problema porque si no nos la conceden el equipo tendrá que despedir a muchos corredores. De todas formas estamos bastante confiados porque el propio presidente de la UCI parece que no pone 'pegas'».

Un equipo conocido

A pesar de que el equipo no le había realizado ninguna oferta de forma oficial, los rumores sobre la posible incorporación del gijonés al conjunto kazajo fueron continuos. Había muchos factores que 'bendecían' la contratación del asturiano. Rubiera es un ciclista de contrastada calidad. Sacrificado. Con mucha experiencia. Y que en Astaná se reencontrará con sus antiguos compañeros de equipo en el Discovery Channel, como el vigente ganador del Tour, Alberto Contador, o el otro asturiano, Benjamín Noval.

El corredor de Baldornón se mostraba ayer muy satisfecho por poder continuar un año más, como él pretendía hasta que Discovery Channel anunció su desaparición. Estaba radiante. Feliz. Por eso declaraba que «estoy muy contento porque voy a un equipo conocido, donde tengo muy buena relación con los auxiliares y con muchos corredores. Es una continuidad de lo que tenía ahora». En su nuevo equipo también se encontrará con el gijonés Dani Navarro.

Pero, por encima de todo esto se encuentra la figura de Johan Bruyneel. El belga fue el director deportivo del conjunto estadounidense y ahora es el mánager general del Astaná. Él sabe mejor que nadie lo que puede aportar Chechu Rubiera. Por eso las negociaciones se limitaron a una mera formalidad. «Estuve al margen de la operación, pero no hubo contratiempos porque llevo muchos años trabajando con Johan. Mi mánager, Tony Rominger, llegó enseguida a un acuerdo», señalaba el asturiano al respecto. No había nada que descubrir. El gijonés ya ha demostrado de lo que es capaz. Las cumbres del Tour y Lance Amstrong pueden dar fe de ello. Sus éxitos individuales también.

Precisamente, Chechu Rubiera habló personalmente con el mánager general del Astaná para realizar un boceto de lo que puede ser la próxima temporada del asturiano. El ciclista de Baldornón quería realizar un calendario más selectivo y sus peticiones fueron atendidas. «Hablé con Johan, en esos términos, para correr una vuelta grande y varias clásicas», reconocía Rubiera, antes de añadir que «me da igual la ronda que sea porque todas son muy bonitas, aunque me gusta mucho el Giro».

El invierno ha traído consigo el mejor desenlace para el dilema en el que se encontraba el gijonés. Como en las películas americanas. Atrás quedan meses bastante duros, donde Chechu Rubiera estuvo a punto de colgar su bicicleta: «La verdad es que dejarlo cuando uno no quiere se te hace muy difícil».

Ahora la carrera continúa. La rueda sigue girando. Ya no hay baches. Chechu Rubiera puede terminar el camino que empezó cuando se subió a la bicicleta.

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