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CELEBRACIÓN. Tino el Roxu escancia sidra en el vaso de un compañero de la Peña Bolística Contrueces. / PALOMA UCHA
Tino el Roxu hace doblete
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Tino el Roxu hace doblete

El conocido hostelero volvió a conseguir el Gordo. Esta vez, 120.000 euros llegados desde Molledo y distribuidos por la Peña Bolística Contrueces

J. RODRÍGUEZ

Domingo, 23 de diciembre 2007, 03:40

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Es un hombre con suerte. ¿Alguien lo duda? En 1988, 19 años atrás, tocó en Gijón el último Gordo de Navidad que pisaba Asturias; ayer volvió la suerte a Nava, Llanes y Avilés y, de refilón, se paseó por Contrueces, Pumarín y El Coto. En ambos casos, el conocido hostelero Tino el Roxu tuvo premio contante y sonante.

En 1988 su sidrería era la sede de la Peña Sportinguista Jiménez, distribuidora de buena parte de los diez mil millones de pesetas que inundaron Gijón; ayer, la Peña Bolística Contrueces tuvo la culpa de que a sus manos llegaran dos participaciones del Gordo llegadas directamente desde la Asociación de Festejos de Molledo. ¿Cuánto? Ciento veinte mil euros, o sea veinte millones de las antiguas pesetas.

Ayer escanciaba sidra en la bolera de Montevil y celebraba su buena suerte con calma, como si no fuera nada, sin darse importancia. «Me llamó un compañero que juega conmigo a los bolos y me dijo: 'Oye Tino, ¿tú tienes algo de lotería de la peña de Contrueces?'; no miré en aquel momento, pero luego ya vi las papeletas que tenía en la caja y avisé a otros cuatro, así nos enteramos». De esta manera descubrió que se llevaba «un buen pellizco», como él mismo dice, con el que tiene previsto hacer lo mismo que el resto de los mortales: «A ese dinero le das cobertura rápidamente, ¿a dónde van a ir? A la hipoteca», confiesa. Y añade acto seguido que también está entre sus planes echar una mano a sus hijas, «y así vamos tirando, como Dios manda».

El hostelero rememoraba ayer el Gordo de 1998 con cierta nostalgia, la de saberse partícipe de la suerte de otros, pero sin dejar de lado la celebración que tocaba: «Aquel premio fue muy apreciado y agradecido», afirmaba contento.

No debe ser cierta esa superstición que dice que cruzarse con un pelirrojo trae mala suerte. Tino el Roxu -que ya peina canas- rompe con el tópico a golpe de premios.

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